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Catalunya crece más que la UE gracias a la productividad

La economía catalana ha crecido un curso más por encima de la española y la europea. Así se desprende de la última Memoria Económica de Cataluña, el estudio general anual elaborado por el Consell General de Cambres. En concreto, el producto interior bruto del país se ha expandido un 3,6% durante el 2024, cuatro décimas por encima del dato español y prácticamente un punto más que la media europea. Según el documento, el aumento sostenido de la productividad y el buen rendimiento del mercado laboral son los dos principales factores que explican el «dinamismo» de la economía catalana. La capacidad económica del país también está muy por encima del cierre de 2019, justo antes del punto de inflexión que supuso la pandemia. El PIB se sitúa 9,7 puntos por encima del que había en diciembre de hace seis años; frente al 8% español y el 5,8% de la Eurozona.

Contra las tesis de algunas voces empresariales, que aseguran que la productividad por hora trabajada permanece estancada en el Principado, el Consell de Cambres demuestra que las empresas catalanas son un 2,4% más capaces que hace tres años. Se trata de uno de los únicos aumentos que registran los países de la UE. Alemania, por ejemplo, pierde una media de seis décimas en capacidad productiva, mientras que en Francia la ratio cae un 1,5%. El peor registro en el periodo estudiado es el italiano: la productividad en el país mediterráneo ha caído un 2,6% entre el 2021 y el 2024. Las cifras recogidas, celebran las corporaciones, demuestran que las empresas catalanas «avanzan en la buena dirección para reducir el diferencial de productividad que nos separa de Europa».

Entre otros ámbitos, Cataluña supera a los socios europeos en las ventas al exterior de productos de alto valor añadido, especialmente los industriales. Según la memoria, «las exportaciones de la industria catalana se muestran más resilientes que en la Zona Euro». De hecho, cerca del 2% de toda la facturación internacional que registran los 27 en el periodo analizado proviene de Cataluña. También la aportación del sector manufacturero a la economía ha disfrutado de una escalada sustancial, con un componente positivo del 9,1%, muy lejos del 1,7% negativo que lamenta la zona euro. A pesar de este buen comportamiento industrial, los salarios reales no han crecido prácticamente desde antes de la pandemia. En comparación con el 2019, de hecho, la retribución de los trabajadores solo es un 0,5% superior. La realidad salarial es diferente en los diversos sectores, sin embargo: en la industria TIC, los empleados cobran un 5,1% más que hace cinco años; mientras que han retrocedido en la cultura (-4,4%), en los servicios (-1,1%) o en la construcción (-2%).

El empresario Josep Santacreu en la constitución del nuevo pleno de la Cambra de Comerç de Barcelona Autor: Miquel Vera

En cuanto al turismo, comienza a notarse el cambio de modelo que desde hace años reclaman los empresarios del sector, con un incremento del turismo internacional, que ya supera las cifras prepandémicas, y del porcentaje de visitantes que se alojan en hoteles de cuatro y cinco estrellas (56%), con estancias más largas y más gasto por turista y día.

El nuevo empleo

También ha contribuido al buen rendimiento de la economía la nueva creación de empleo, con más de 3,8 millones de personas trabajadoras. Los nuevos empleados de 2024 son mayoritariamente extranjeros, con un 85,5% del total de la nueva fuerza laboral. Como resultado, un tercio de los trabajadores de Cataluña ya son extranjeros, muy por encima del 17% que registra de media la Eurozona. Esta ratio aporta un amplio valor a la economía, en tanto que muchos de los nuevos puestos de trabajo provienen de países con mayor calidad formativa en ámbitos como las tecnologías de la información y la comunicación, que han aportado más de 31.000 puestos de trabajo netos al país en el último curso.

En adelante, la Cambra reclama aprovechar la acelerada productiva para impulsar el crecimiento de las empresas. «Es necesario aumentar la dimensión empresarial, eliminar trabas burocráticas y normativas que limitan el crecimiento», sostienen desde la corporación. Además, piden alcanzar los niveles comunitarios de inversión privada en I+D. En Cataluña, lamentan, los negocios solo dedican un 1,17% del PIB a investigar nuevos productos y soluciones, frente al 1,52% del conjunto de la UE. «Debería darse continuidad al ritmo de crecimiento de la inversión una vez finalizados los Next Generation», argumenta la corporación. Finalmente, la tercera clave para mantener el crecimiento es «ajustar la oferta» de empleo; y adaptar la formación existente en el país a las necesidades del mercado laboral. «El 37% de las empresas catalanas dicen que la falta de personal adecuado limita el avance de su negocio, el porcentaje más alto de la serie histórica», diagnostica el consejo -un vacío que afecta especialmente a las empresas más productivas, como las industriales o las tecnológicas-.

Ley de Cámaras

La presentación de la memoria económica ha contado con la presencia del presidente de la Cambra de Barcelona y el Consell de Cambres, Josep Santacreu, y de la jefa de estudios de la Cambra de Comerç de Barcelona, la economista Carme Poveda. En su intervención, Santacreu ha hecho referencia a la ley de cámaras, que debe activar la financiación cameral por primera vez en más de una década. «Estamos terminando su refinamiento para poderla presentar al Parlamento», ha explicado. También se ha referido el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que ha alabado a las cámaras como un «instrumento» para la economía del país, que debería contar con «los recursos para hacer el trabajo bien hecho». «Deberíamos ser capaces de que el trabajo que hemos hecho llegase a buen puerto, e intentaremos que así sea», ha concluido Illa.

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