Desde el año 2017 hay una pregunta que siempre se repite en todas las ruedas de prensa que hace CaixaBank. Esta es la posibilidad que el banco vuelva a establecer en Cataluña su sede social. Esta ocasión no ha sido diferente a los últimos trimestres y la pregunta ha vuelto a aparecer incentivada por el acuerdo de investidura entre Junts y el PSOE. Lo que sí que ha cambiado ha sido la respuesta del presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri. El directivo ha sido más contundente de lo habitual con su ya esperado «no». En este sentido, el presidente del banco ha asegurado que «Valencia nos ha acogido muy bien y estamos muy felices aquí«. A la vez, ha recordado que después de la fusión con Bankia, que también tenía la sede en la misma ciuduad, establecieron que la sede social seguirá siendo la capital del País Valenciano porque consideraron que era mejor para la entidad y para los accionistas, asegurando que, en ningún caso, lo hicieron por ningún motivo de inseguridad en Cataluña.
Así lo ha asegurado durante la rueda de prensa de presentación de resultados del 2023, un ejercicio en el cual el banco ha disparado un 53,9% los beneficios. Según han informado, el balance del curso se eleva hasta los 4.816 millones de euros, gracias, en gran parte, al margen de intereses, reflejo del endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo. De hecho, esta partida de los ingresos ha escalado un 54,3% si se compara con el 2022, hasta lograr los 10.113 millones de euros. En sentido opuesto, si bien a un ritmo mucho más bajo, van las comisiones limpias, que han caído un 5,1% de su valor por la eliminación de las comisiones de custodia de depósitos de grandes empresas y varias bonificaciones aplicadas a los clientes. En total, la facturación de las líneas de trabajo centrales de la compañía ha aumentado un 31,6% durante los últimos 12 meses, hasta los 15.137 millones. Con todo, la entidad mejora su rentabilidad sobre activos, que ya supera el 13%, y recorta la ratio de eficiencia hasta el 40,9%.
Todo ello posibilitará que el banco CaixaBank ofrecerá un elevado dividendo a los accionistas, “en línea con el plan estratégico”, según aseguran. La remuneración de las acciones escala hasta los 0,3919 euros brutos por acción, cifra que supone uno
«Es exagerado hablar de resultados extraordinarios»
Otra de las preguntas ya habituales de las presentaciones de resultados es sobre si los bancos están obteniendo o no unos resultados extraordinarios en los últimos dos años. En esta línea, Goirigolzarri ha vuelto a ser contundente, descartando por completo que la banca esté obteniendo tales resultados, si no que los está normalizando. A la vez, el presidente del banco ha recordado que «la rentabilidad no es extraordinaria», sino que solo «es razonable».
Además, y valiéndose de una metáfora con cestas de fruta, el presidente del banco ha recordado que aunque las cotizaciones bancarias han subido mucho desde finales del 2021, concretamente en un 46%, el precio de la acción todavía es menor a los fondos propios, el que implica que el accionista todavía no recupera ajo que invirtió en un inicio. Por ejemplo, valor de la acción de CaixaBank todavía es un 23,5% menor que cuando la empresa empezó a cotizar en 2011. Para cerrar la reflexión, Goirigolzarri ha asegurado que «el mercado piensa que todavía no hemos llegado» a un punto en el cual los accionistas recuperen «lo mismo que invirtieron».
La existencia o no de estos resultados extraordinarios se relaciona directamente con la necesidad de mantener el ya famoso impuesto a la banca. En este sentido, Goirigolzarri ha sentenciado que el mejor que se puede hacer con el impuesto es «eliminarlo». En la misma línea, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, ha comentado que CaixaBank pagó un total de 2.594 millones en impuestos, de los cuales 373 son por este impuesto a la banca. Un dato que aumentará hasta los 500 millones este 2024.
Para cerrar el tema, Goirigolzarri ha asegurado que en la medida que se saque capital de los bancos -como por ejemplo a través de más imposiciones fiscales- estos tendrán menos capacidad para ofrecer crédito. Además, el presidente ha querido hacer una pequeña reflexión diferenciando la estado actual de la banca con el del 2008, asegurando que la principal diferencia es la fortaleza del sistema y de las entidades que lo conforman. Ha insistido en el que hecho que hace 15 años los bancos no tuvieron bastante capital ni liquidez suficiente para ayudar a las familias y empresas, una situación que no se dio hace cuatro años. «Tenemos que tener músculo y esto se da con una rentabilidad razonable» ha cerrado Goirigolzarri.
La bajada de tipos es una «noticia magnífica»
Sobre la más que posible bajada de los tipos de interés a lo largo del año, Gortázar ha asegurado que es una «noticia magnífica». En este sentido, ha comentado que esto significa que se ha controlado la inflación, «que era el objetivo» principal del BCE. Sobre la afectación a las cuentas del banco, Gortázar ha explicado que sí que afectará negativamente en el corto plazo, aunque se verá compensado por otras fuentes de ingresos y que el que interesa en el banco es el medio y largo plazo, y no el corto plazo. «En el corto plazo, que los tipos bajen tendrá impacto en la cuenta de resultados. A medio y largo plazo se verá compensado por la mejor actividad de la economía y la menor morosidad», ha dicho.
Sobre las previsiones del banco para este 2024 el primer directivo del banco ha asegurado que son buenas respecto a los resultados de 2023 y que espiran a mejorar las cifras que han presentado este viernes. Aun así, Gortázar ha explicado que no suelen dar previsiones a 12 meses, puesto que hay una gran incertidumbre en un plazo tan largo, y que esperan «tener una rentabilidad en línea con la de este año», con un ROE del 13,2%. En estas previsiones de rentabilidad se sustentan las aspiraciones de la entidad respecto a los resultados de este año.