El fondo canadiense Brookfield Assett Manager estudia retirar la OPA de exclusión sobre Grifols. Según ha informado la agencia norteamericana Bloomberg y ha podido confirmar Món Economia de fuentes financieras cercanas a la operación, Brookfield se plantearía abandonar la ofensiva por la multinacional catalana debido a los «desacuerdos en el valor» de la acción. El movimiento se produce solo una semana después de la criticada oferta de 10,5 euros por acción que lanzó el potencial comprador. Cabe recordar que el mismo consejo de administración de la farmacéutica recomendó a los accionistas rechazar una compra en estos términos, ya que «infravalora sustancialmente» su potencial. Se trata de un posicionamiento en línea con el de la mayoría de analistas, que apuntan a un precio objetivo de hasta 17 euros, sustancialmente superior al actual. Durante las primeras horas de la sesión bursátil de este miércoles, los títulos de Grifols se han desplomado en más de un 11,5%, hasta los 9,45 euros registrados a las 10.09 horas de la mañana.
Las distorsiones en las perspectivas de Brookfield se hicieron evidentes la pasada semana, cuando su valoración de la compañía recibió importantes críticas por parte del mercado -catalán e internacional-. No solo el comité especializado de Grifols se opuso, sino que varios analistas coincidieron en que el precio propuesto estaba muy por debajo del valor de la multinacional. Voces del mercado, de hecho, definían este movimiento como una suerte de «globo sonda» para estudiar la respuesta del accionariado a una etiqueta tan baja; así como para reducir la cotización de cara a las semanas clave de la negociación. El valor de los títulos, sin embargo, no cayó tanto como se esperaba; e incluso se mantuvo por encima de los 10,5 euros durante buena parte de la semana pasada. Cerró la sesión del pasado martes a 10,66 euros -después de haber coqueteado, cabe decir, con los 10,40 durante buena parte del día-.

En busca de las rentabilidades
Los fondos que aún ostentan capital de Grifols leen el movimiento como un intento de devaluar la acción. Los analistas más pesimistas respecto al estado de la catalana -como es el caso de Bankinter- han insistido últimamente que un posible paso atrás de Brookfield podría hacer regresar la acción a los mínimos que alcanzó durante la crisis de Gotham, a principios de 2024. La mayoría, sin embargo, espera precios mucho más elevados: una fuente cercana a las negociaciones apuntaba a los 15 euros como punto clave para convencer a los inversores; mientras que otros, como Sigma International, ven el valor real entre los 17 y los 18 euros, según explicaban en una reciente entrevista con el digital El Economista. Más agresivo aún es el capital estadounidense: Mason Capital, que ostenta más del 2,1% de las acciones tipo A de la catalana, aseguraba en una reciente carta a la dirección que «Brookfield no es necesaria», dado el valor que puede generar Grifols una vez solucionados los problemas de apalancamiento y gobernanza.
Así pues, los inversores detectan en Brookfield la intención de rebajar las expectativas de los accionistas. Y hacerlo, además, antes del 29 de diciembre, cuando se cumple un año de la compra de más de 5.000 títulos de la compañía por parte del entonces director gerente Raimon Grifols a un precio superior a los 15,4 euros. Así, tendrían vía libre en enero para ofrecer precios por debajo de estos niveles. Fuentes del mercado calculan que la ofensiva final podría rondar los 13 euros, si bien no aseguran que sea suficiente para llevar adelante la adquisición. Con esta valoración, aseguran, Brookfield buscaría rentabilidades de dos dígitos a medio plazo, dado que se espera que la acción vuelva a escalar con el ritmo de negocio de Grifols. Mientras tanto, la firma de hemoderivados ha vuelto a obtener beneficios, con unas ganancias de 88 millones de euros el tercer trimestre; y ya genera caja para reducir el apalancamiento. Los inversores, de hecho, esperan un 2025 exitoso en términos de balance, dado que «el consumo es crónico, y las materias primas -el plasma- bajarán mucho de precio».