La compañía catalana Casa Tarradellas ha cerrado el 2023 con una facturación de 1.378 millones de euros, un 18% más que el año anterior. Según un comunicado de la empresa, la mejora se debe a los «compromisos en materia de innovación y sostenibilidad» que han logrado en el último año. Casa Tarradellas, con sede en Gurb, ha apuntado que en el último año ha aumentado más de un 10% la plantilla, con 2.948 trabajadores contratados. De estos, más del 90% residen en la comarca de Osona, que se beneficia de la apuesta de la empresa para mantener la sede en la localidad de Gurb. Además, la mitad son menores de 40 años.
A banda, el comunicado de la compañía apunta que en el 2023 Casa Tarradellas invirtió casi 41 millones de euros en I+D y sostenibilidad, un 25,2% más que el ejercicio anterior. En parte, la empresa de Osona atribuye a esta apuesta la mejora de las cifras de facturación. Este dinero invertido en sostenibilidad fueron a parar principalmente al parque solar fotovoltaico de la compañía.

La compañía atribuye el aumento de facturación a la apuesta por la I+D
En cuanto a la I+D, la compañía ha puesto el foco en mejorar la calidad de los productos que fabrica, la seguridad alimentaria, los procesos industriales, la capacidad productiva, la agricultura regenerativa y la reciclabilidad. Concretamente, para mejorar su principal producto, las pizzas, y para incrementar la eficiencia, la compañía implementó prácticas de agricultura de precisión en la producción de cereal.
Casa Tarradellas no ha querido concretar en el comunicado los beneficios obtenidos en el 2023. Aun así, sí que ha hablado de un incremento de cerca de un 20% de la facturación, logrando los 1.378 millones de euros en el último ejercicio.