La Comisión Nacional del Mercado de Valores comienza a concretar el camino que debería seguir el BBVA en caso de presentar una segunda OPA sobre el Banco Sabadell, si la primera no alcanza el 50% de aceptación. El folleto de la oferta, cabe recordar, reconoce la posibilidad de rebajar el umbral de éxito hasta el 30%, el nivel de propiedad accionarial que identifica la legislación española como nivel de control de una empresa cotizada. En caso de activar esta palanca, el Banco de Bilbao tendría un mes para lanzar una segunda oferta, en esta ocasión completamente en efectivo, por todo el capital restante de la entidad catalana. Así lo ha aclarado el presidente del regulador bursátil español, Carlos San Basilio, en un encuentro con periodistas sobre las relaciones de la Comisión con las compañías cotizadas.
La cúpula del BBVA, cabe decir, ha negado a menudo esta posibilidad. En su gira mediática tras la luz verde de la CNMV al folleto, el presidente, Carlos Torres, ha reiterado que su propuesta «mantiene la condición del 50% por un motivo». «Queremos tener control sobre el Sabadell y, si no lo tenemos, la OPA fracasará», ha declarado Torres, negando cualquier posibilidad de acogerse al umbral del 30%. Aún así, el mercado continúa especulando con este escenario, que forzaría a la entidad vasca a intentar adquirir en metálico todo aquel capital vallesano que no acceda a sus condiciones, sin intercambio de acciones de por medio.

En caso de que tome esta salida, tal como ha explicado San Basilio, la Vela debería presentar un segundo folleto de OPA que detallara los nuevos riesgos de la operación, así como los efectos sobre el capital que tendría el gasto añadido. Entre otras cuestiones, los inversores sabadellenses han cuestionado si sería necesario abrir un proceso de ampliación de capital para afrontar el gasto adicional. El folleto ya apunta en otro sentido; y sostiene que, en caso de un gasto extraordinario en metálico, este se afrontaría con fondos propios. En todo caso, a ojos de la dirección catalana, el movimiento erosionaría la capacidad de la compañía resultante de repartir dividendos, en tanto que tendría mucho menos capital sobrante por encima del umbral regulador.
El precio, fijado por ley
El paso atrás hasta el 30% como umbral de éxito también ha abierto un frente lateral en la guerra de la OPA por el precio que debería ofrecer BBVA si opta por esta solución. Torres ha insistido, tanto en entrevistas como en la atención a medios que realizó tras publicar el folleto, que la etiqueta debería marcar exactamente el mismo precio que han ofrecido en primera instancia. El CEO del Sabadell va por otro camino: «eso no lo ha dicho la CNMV, eso lo ha dicho Torres», afirmaba, a preguntas de los periodistas, el pasado viernes. En este sentido, el organismo que preside San Basilio se ha remitido al decreto de OPAs, que le otorga la capacidad de establecer un precio equitativo en caso de una segunda OPA. Este, según sostienen desde Sant Cugat, sería «probablemente más elevado» que el que ofrece el BBVA; de acuerdo con la brecha que aún existe entre la valoración que hace el folleto del Sabadell y el precio de mercado del banco catalán.