El BBVA se mantiene convencido, a pesar de todos los inconvenientes, de que ganará la OPA hostil sobre el Banco Sabadell. En una entidad como la catalana, marcada por las pymes y los pequeños accionistas, la Vela se ve triunfante en la operación precisamente con la otra mitad del accionariado: el gran capital, que, en la versión de los hechos de los directivos vascos, acudirá en masa a vender sus acciones. «Hemos tenido conversaciones con todos y cada uno de ellos, y todos ven la racionalidad en la oferta«, relató el consejero delegado del banco con sede en Bilbao, el turco Onur Genç, en un encuentro financiero organizado por la consultora KPMG. En este sentido, esperan que «todos» los grandes fondos de inversión «vayan al canje, porque deciden de acuerdo con los fundamentales«.
A los ojos de Genç, todos los fondos irán: tanto los de gestión activa, que verían rentabilidad en la escasa prima y las proyecciones de crecimiento que promete BBVA, como los indexados, los de gestión pasiva. Estos últimos -perfiles como BlackRock, que ha redoblado la apuesta por el Sabadell en las últimas semanas y ya supera el 7,2% del capital– acudirán a la OPA «de acuerdo con las estimaciones de aceptación que tendrían». Es decir, si piensan que el Banco de Bilbao alcanzará el 30% de los derechos de voto, ellos se prestarían a la oferta con el 30% de su cartera. En este sentido, Genç razona que «todos ellos irán con más del 50%», en línea con el cálculo general que aún defienden. Así, el consejo vasco asegura todavía que superarán la mitad de los títulos sabadellenses el próximo 10 de octubre y, por tanto, la OPA tendrá éxito sin necesidad de más giros.
Sobre estos cálculos, BBVA tendría garantizado un 10% de las acciones solo por parte de los gestores pasivos, en tanto que estos suponen un 20% del total del capital catalán. A estos, según las elucubraciones de Genç, se debería añadir dos quintas partes de los gestores activos, que suman un 35% de los derechos de voto -es decir, que aportarían a la causa de la Vela unos 14 puntos porcentuales más-. A este montante habría que añadir el 4% que ya ha comprometido David Martínez Guzmán, el magnate mexicano que ha roto la disciplina del consejo sabadellense, y el modesto 0,5% de Algibris. Por su parte, los minoritarios se estarían quedando atrás, y solo se habrían prestado alrededor de un 1%. Aun así, el CEO reitera que se siente «muy confiado de que superarán el 50% de aceptación».

El Sabadell, a la contra
Los cálculos del BBVA son mucho más halagüeños para sus intereses que los que ha ido haciendo públicos el Sabadell en la última semana. Tanto el consejero delegado de la entidad catalana, César González-Bueno, como el presidente, Josep Oliu, han rebajado sustancialmente las expectativas de sus rivales. Sitúan el marcador alrededor del 30%, «o por debajo o muy poco por encima», según detalló el primer ejecutivo en conversación con la agencia Europa Press. Las previsiones de González-Bueno son más modestas en todos los ámbitos, tanto entre los fondos indexados como en los de gestión activa, así como en los minoristas, para los cuales estiman una participación ínfima. En cuanto a los socios estratégicos del Sabadell, el más grande, la aseguradora suiza Zurich, ya se ha pronunciado contra la OPA, y ha retirado de la mesa el 5% de los derechos de voto que tienen en cartera.
En caso de que el resultado final se quede en estos niveles, tanto Oliu como González-Bueno han asumido que el BBVA no se lanzará a hacer una segunda OPA. «Si se queda alrededor del 30% de aceptación, lo más lógico es que no siga adelante«, remarcó el CEO. «La probabilidad de que esta se lance se ha reducido enormemente», añadió. Apuntan, principalmente, a los costos agregados de una oferta adicional obligatoria. En tanto que esta debería ser íntegramente en metálico, podría generar un agujero en la caja del BBVA que rozaría los 12.000 millones de euros, muy por encima de la escala de capital sobrante que defiende tener el banco opante, que rondaría los 7.000 millones. «No solo dejarían sin dividendos y sin reparto de capital durante años a los accionistas, sino que además tendrían que hacer una ampliación de capital de 4.000 millones«, alertó.