La operación del BBVA para apoderarse del 100% del Banc de Sabadell ya es una realidad. La entidad española ha presentado este viernes ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la solicitud de autorización de la oferta pública de adquisición (OPA), oficializando de este modo un proceso de absorción hostil que hacía semanas que planeaba sobre el ambiente. De hecho, desde el anuncio hecho el pasado 9 de mayo, el BBVA tenía un plazo máximo de un mes para hacer este paso, que finalmente solo se ha demorado dos semanas.
Según la información facilitada por la CNMV, esta autorización del organismo es uno de los pasos previos esenciales que el banco necesita para poder lanzar la OPA anunciada, que también requiere contar con los permisos correspondientes del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En el documento presentado este viernes por el BBVA también se indica que la entidad notificará la concentración económica resultante de la oferta a las autoridades de defensa de la competencia en Francia y en el Marruecos.
Unos efectos nefastos para los consumidores, según los expertos
Hay que recordar que varios expertos del sector alertaron hace unas semanas que esta operación podría tener unas consecuencias nefastas para los consumidores. En concreto, los especialistas consultados por la ACN aseguraban que estos efectos se notarían a “medio y largo plazo” cuando la falta de oferta encareciera el precio de crédito y pronosticaban un más que probable cierre de oficinas y la reducción personal, dos factores que empeorarían el servicio, especialmente en cuanto a la atención presencial y a las personas más vulnerables, como la gente mayor.