Todos los trámites se han cumplido sin sorpresas. El Banco Sabadell ha logrado por aclamación todos sus objetivos en las dos juntas de accionistas extraordinarias celebradas este miércoles. Tras el rotundo sí a la venta de la filial británica TSB al Banco Santander, el accionariado del banco catalán ha aprobado con un 99,7% de votos favorables el dividendo de 2.500 millones que emana de ello, y que se repartirá, previsiblemente, en abril de 2026. El presidente, Josep Oliu, y el consejero delegado, César González-Bueno, se han dejado querer por un auditorio copado por accionistas minoritarios, la inmensa mayoría locales. «La venta ha hecho buena la operación TSB. Se ha convertido en el mejor escudo para defender nuestros intereses», ha declarado un accionista durante el turno de preguntas.
El pago, cabe recordar, solo llegará a los bolsillos de los inversores que se mantengan en el capital sabadellense en el momento del pago del dividendo. Por lo tanto, no retribuirá a aquellos que accedan a la OPA hostil que aún mantiene el BBVA; ni tampoco a los que vendan los títulos en el mercado regular.
Con este nuevo dividendo, ya anunciado la misma noche del acuerdo con el Santander, la dirección vallesana espera remunerar a los accionistas con unos 6.300 millones de euros hasta 2027, de acuerdo con el plan estratégico. Los beneficios de 2025 generarán un primer pago de 7 céntimos por acción, que se abonará a finales del mes de agosto y que obligará al BBVA a adaptar la ecuación de canje de la OPA.
En adelante, los accionistas presentes han reclamado que se mantenga la política de retribución, que contempla repartir todo el capital que supere el 13% del capital CET1, con dos dividendos por cada ejercicio financiero. Con esta previsión, Oliu ha celebrado el dividendo anual bruto, que superará en el período contemplado en el plan estratégico los 20,44 céntimos por acción que se entregaron en 2024.

El mercado confía en ello
Durante las primeras horas de la jornada, el mercado ha recibido con optimismo el apoyo del accionariado a la venta de TSB. Los títulos de la entidad han escalado más de seis céntimos desde el inicio de la sesión, un 2% respecto del anterior cierre, y dejan la cotización en los 3,22 euros. El precio ya supera el consenso de los analistas, que sitúan el objetivo medio en poco más de 3,11 euros por acción. Cabe destacar que el BBVA ha acelerado a un ritmo similar, y supera los 15,20 euros por acción, un alza próxima al 1,85%. A estos niveles, la prima negativa es del 7,6%. Es decir, la ecuación de canje ofrecida por el Banco de Bilbao infravalora al Sabadell en unos 1.274 millones de euros. Vistas las condiciones, Oliu ha trasladado la responsabilidad definitiva a los inversores presentes. «Reflexionen para decidir, cuando les toque, si quieren al Sabadell como un proyecto de referencia en nuestro país o no», se ha dirigido.