La multinacional catalana de inspección y certificación industrial de vehículos Applus ha anunciado que traslada su sede de Madrid a Barcelona. Así, la compañía sigue los pasos de otras empresas como Banc Sabadell, Ciments Molins y CriteriaCaixa y regresa a Cataluña después de haberse marchado en el año 2017, en pleno Proceso. Así lo ha explicado la multinacional en un comunicado interno al que ha tenido acceso La Vanguardia. La empresa, propiedad de los fondos de capital TDR e I-Square (78%) y Apollo (22%) da el paso en plena reestructuración, ya que Applus pasará a integrarse en Amber Bid, que será la cabecera del grupo y tendrá su sede en la capital catalana. También ha nombrado un nuevo consejero delegado, Richard Barlett, que sustituye a Joan Amigó, quien pasará a ser asesor.
El 11 de octubre de 2017, en plena resaca del referéndum del 1-O, Applus, que entonces aún cotizaba en bolsa y tenía un tercio del capital en manos de bancos de inversión y del Santander, decidió salir de Cataluña para “mantener la operativa normal” de la compañía y “proteger” sus intereses, según explicó entonces. Ahora, con la empresa fuera de la bolsa y en manos de tres fondos de capital del Reino Unido y de Estados Unidos, emprende el camino de regreso.
Un factor decisivo a la hora de tomar la decisión ha sido el acuerdo al que llegó con la Generalitat por el 80% de las acciones de Idiada, la empresa propietaria del circuito de pruebas técnicas de Santa Oliva, por 428 millones de euros el pasado mes de septiembre. El acuerdo se firmó el mismo día que el Departamento de Economía y la empresa firmaron un nuevo contrato que ampliaba 25 años más el control de la empresa de inspección técnica de vehículos sobre Idiada. Según el concurso, que se adjudicó el verano pasado, Applus deberá pagar 400 millones de euros más a la Generalitat en concepto de canon concesional, los dividendos que genere la empresa y el pago adicional de un 2% del beneficio operativo que genere Idiada.
