El mercado ha recibido con los brazos abiertos la prohibición durante entre tres y cinco años de fusionar el BBVA y el Sabadell impuesta por el gobierno español. Los títulos del banco vasco han cerrado la sesión de este martes a 13,12 euros por unidad, un 2,5% más que al inicio de la jornada. Por su parte, el catalán, que acumula cinco días con un descenso de más de dos puntos, solo ha ganado cuatro décimas al conocerse la decisión de la Moncloa; y se ha quedado a tocar de los 2,7 euros por acción. Los movimientos se han producido después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores recuperara la cotización de las dos compañías, que han permanecido congeladas entre las 12.30 y las 14.30 del mediodía, a la espera de la resolución del estudio en fase 3 de la OPA hostil, que ha hecho pública esta misma tarde la Moncloa.
La inestabilidad provocada por las guerras en Oriente Medio ha golpeado a ambas entidades últimamente. Desde finales del pasado mes de mayo, el BBVA ha perdido cerca del 2,6% de su valor, mientras que el Sabadell se ha dejado 3,5 puntos en el parquet madrileño. La banca, cabe decir, es un sector especialmente cíclico, que cae con facilidad cuando la incertidumbre se apodera de los mercados. Con esta evolución desigual, el BBVA ha ganado parte del terreno perdido en los últimos cursos respecto al banco catalán. Cabe decir, sin embargo, que en el acumulado anual el Sabadell aún gana la carrera: desde enero, la entidad vallesana ha escalado un 43,7% en la bolsa, y supera los 14.500 millones de euros de capitalización. Por su parte, el alza de los vascos se ha quedado en el 35,3%, hasta poco menos de 75.600 millones de euros.

La prima se va recogiendo
Desde el principio del año, la prima de la OPA hostil -la teórica diferencia a favor de los accionistas del Sabadell si deciden acudir a la oferta- es negativa, y ha oscilado hasta superar los 1.000 millones de euros en pérdidas de valor para los catalanes. Las evoluciones recientes han recortado la brecha, que se sitúa en torno al 4,2%. Es decir, ahora por ahora, si los inversores del Sabadell deciden aceptar el intercambio propuesto por el BBVA -cabe recordar, una acción del BBVA y 70 céntimos por 5,3456 títulos vallesanos-, perderían unos 610 millones de euros. Todo queda ahora en manos, precisamente, del accionariado, que deberá tomar su decisión definitiva a partir de mediados de julio, cuando la CNMV apruebe el folleto de la OPA y esta pase al período de aceptación.