La vendimia ha empezado a diferentes partes de Cataluña y el estado español. La cosecha de uva de este año, pero, se verá afectada por la sequía en nuestro país. Los primeros a poner sobre la mesa el problema de la sequía han sido el conjunto de bodegas de la DO Penedès, que coinciden al afirmar que las previsiones de cosecha se han reducido en la mitad. «Nunca se había visto una situación como esta. Nosotros, que estamos en altura, cosecharemos entre un 50% y un 60% menos que el año pasado, que ya fue muy malo, pero otros directamente no cosecharán nada», se lamenta Josep Mitjans, propietario de la bodega Loxarel. A pesar de la baja producción, se prevé que -en general- la uva tenga una calidad «excelente», según ha explicado Francesc Olivella, director de la DO Penedès.
Olivella ha recordado, en unas declaraciones a lo
Uva escasa, pero de mucha calidad
Malgrat la cosecha complicada, se espera que la calidad del fruto sea “muy buena”. Las temperaturas suaves de los meses de junio y julio han permitido una maduración “tranquila” de la uva que ha retrasado unas semanas el inicio de la vendimia respecto a los dos últimos años. “La calidad de la uva será excelente a pesar de que en algunas viñas la maduración ha estado un poco irregular”, ha añadido Olivella.
Reinventarse para sobrevivir
Los productores confían que si durante el próximo año «llueve el que tiene que llover» la situación se pueda reconducir, pero, desde la DO, reconocen que es posible que las nuevas condiciones hayan llegado para quedarse y que la única solución implique adaptarse buscando nuevas variedades, técnicas de cultivo y marcos de plantación. Es por eso que el director de la DO Penedès atribuye la falta de lluvia al cambio climático y reconoce que el consejo regulador, de la mano de productores y bodegas, ya está trabajando para adaptarse en las nuevas circunstancias para garantizar el futuro. “Estamos trabajando en el futuro repensando cómo serán las viñas y qué variedades más resistentes y vigorosas se tendrán que plantar”, añade.