La inflación ha causado estragos a toda la sociedad en general, pero los hogares con rentas más bajas han sufrido mucho más. Así lo ha indicado este miércoles el gobernador del Banco de España (BdE), Pablo Hernández Cos, quien ha asegurado que el choque de la inflación de los años 2021 y 2022 mostró una brecha de hasta dos puntos porcentuales entre las personas de más alta además baja renta. El gobernador del BdE también ha indicado que se produjo una diferencia similar entre hogares en términos de edad, con un mayor impacto de la subida de precios entre los hogares más envejecidos, en comparación a las más jóvenes. «La capacidad de cambiar el gasto entre artículos en respuesta a los choques varían entre los hogares y tienden a estar significativamente correlacionadas con los ingresos y la edad», ha indicado De Cuerpo en un discurso pronunciado en el congreso anual de la European Economic Association en Barcelona.
«Considerando el 2021 y el 2022 conjuntamente, la brecha en las tasas de inflación específicas de los hogares entre los cuartiles inferior y superior de la distribución de la renta fue de casi 2 puntos porcentuales. Y la brecha que surgió durante este periodo entre la tasa de inflación experimentada por los hogares más jóvenes y las grandes fue de una magnitud similar», ha detallado el gobernador.
Un cambio de prioridades en las rentas bajas
En el caso del año 2021, el aumento de los precios de la energía hizo subir la tasa de inflación del hogar mediano en España hasta el 3,1%. Según el BdE, como que los hogares de bajos ingresos dedicaban una parte más grande de su gasto a la electricidad, el gas y otros combustibles, su tasa de inflación mediana ajustada al gasto fue más alta, del 3,5%. En cambio, los hogares de ingresos altos, que destinaron una parte menor de su gasto a estas partidas energéticas, se enfrentaron a una tasa de inflación mediana del 2,7%.
Las tasas de inflación ajustadas al gasto del 2021, el primer año de la gran escalada de precios precipitada por la invasión rusa de Ucrania, también variaron en función de la edad. Los hogares donde el jefe de las cuales tenía más de sesenta años se enfrentaban a una inflación mediana del 3,4%, en comparación con la inflación mediana del 2,8% a los hogares donde el jefe era menor de cuarenta años.