Cataluña ha logrado frenar el alza de la inflación durante los últimos meses, pero la historia no se ha repetido en el conjunto del Estado español. Mientras el Principado mantenía el Índice de Precios de Consumo en el 2,6% mes a mes, la cesta española de precios rompía la barrera del 3%, cada vez más lejos de los objetivos del Banco Central Europeo. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la energía ha sido el principal responsable: los aumentos en la factura de la luz han sido este año mucho más significativos que 12 meses antes. Sin embargo, los picos de precios han aparecido en diversos ámbitos del consumo; entre ellos, la alimentación. La comida lideró la espiral inflacionista tras el inicio de la guerra de Ucrania, pero no han sido los mismos elementos: si hace dos años el aceite fue el punto de conflicto más importante, ahora son los huevos.
De acuerdo con los datos publicados por el INE, los huevos se dispararon más de un 15% en octubre en términos interanuales. El alza acumulada del conjunto del curso, no obstante, es mucho más pronunciada: roza el 22%. La escalada comenzó a finales del primer trimestre, con incrementos de precio de doble dígito a partir de marzo. Desde entonces, encadenan ocho meses consecutivos de encarecimientos; exacerbados recientemente por el temor del sector avícola a la expansión de la gripe aviar.

A los huevos se suma el café, que se ha disparado cerca de un 20% en el acumulado del año bajo el asedio de las malas condiciones climáticas que sufren algunos de los principales países productores; como sequías y heladas. Otros productos afectados por las mismas amenazas son el cacao (+12,7%) y, en consecuencia, el chocolate (+16,1%). Más allá de estas afectaciones, constan en la cesta de precios alzas en el pescado congelado (+6,2%), en tensión por los límites legales a la pesca impuestos por la Unión Europea, o algunos productos lácteos, como la mantequilla y la leche entera. La carne de ternera también protagoniza el mercado alimentario, con un alza cercana al 18%.
Bajadas en productos clave
Por su parte, algunos de los protagonistas de la última crisis inflacionista han ido a la baja en la primera mitad de 2025. El aceite de oliva, que se disparó en 2022 y 2023, acumula una rebaja próxima al 42%. El azúcar, que también puso en problemas los bolsillos de los compradores catalanes hace dos años, se ha abaratado un 13,5%; mientras que el yogur y las patatas registran enfriamientos ligeros, del 3,4 y el 1,8%, respectivamente. Sin embargo, ya se vislumbran tensiones en ciertos mercados: el del aceite es uno, con su primera subida intermensual en octubre (2,7% en 30 días) desde el otoño de 2024. Cabe destacar que, pese a las bajadas del curso, el «oro líquido» es aún un 53,7% más caro que en enero de 2021.


