El consumo de cemento retrocedió un 11% en Cataluña en comparación en el mismo mes del año pasado, hasta las 140.720 toneladas, según ha informado este martes la patronal del sector Cemento Catalán. Este descenso se atribuye a la baja cantidad de inversiones para nuevas infraestructuras, el que repercute de manera directa en la producción de este material. De este modo, la producción también cayó un 2,7%, hasta las 235.790 toneladas, mientras que las exportaciones lo hicieron en un 32,7%, hasta las 140.098 toneladas.
Si se tienen en cuenta los datos acumulados en el último año móvil, la producción fue un 4,4% inferior con relación en el mismo periodo del año anterior, hasta los 3,14 millones de toneladas, el consumo cayó un 2,9%, hasta los 2,24 millones de toneladas y las exportaciones lo hicieron en un 3,7%, hasta los 1,74 millones de toneladas. Así pues, el cemento se ha convertido en un material poco usado en Cataluña, una situación que preocupa a la patronal del material que asegura que «se necesita el país para ser competitivo».
Más obra pública para salvar el cemento
Para el presidente de Cemento Catalán, Salvador Fernández Capo, la mala coyuntura económica del mercado por falta de inversión en obra pública «se suma a los retos derivados de los procesos de descarbonización que están desarrollando nuestras fábricas y con los cuales el sector del cemento en Cataluña está absolutamente comprometido para lograr la neutralidad climática el 2050″. En este sentido, la patronal ha vuelto a pedir la colaboración público-privada para intentar mejorar esta situación y devolver los datos del consumo de cemento a buenas cifras de hace unos años. De hecho, una de las iniciativas que ha empezado a llevar a cabo el sector Cemento Catalán es mantener varias reuniones con las administraciones públicas para solicitar «apoyo más explícito y, sobre todo, inmediato».




