El precio mediano de compra de viviendas podría registrar caídas al conjunto del Estado durante el segundo semestre del año. Así lo estima el Consejo General de Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en su último informe de previsiones para el mercado inmobiliario residencial. El enfriamiento del mercado producido por el endurecimiento de la política monetaria europea y la incertidumbre que se desprende de la inestabilidad política y macroeconómica pueden suponer una importante vez para el sector inmobiliario, que «mantendría la misma tendencia del primer semestre del año» hasta diciembre: una caída de la actividad y un importante frenazo de las hipotecas.
Según los datos publicados por el Consejo, durante los primeros seis meses del año los precios de la vivienda en venta «han sufrido un estancamiento a causa de los tipos de interés, que impactan los bolsillos de consumidores y familias». El vocal del organismo, Ángel Martínez León, acusa la «inestabilidad» del conjunto del mercado como principal motor de esta bajada. «Si la situación no se estabiliza, el precio mediano podría registrar bajadas en el cierre de operaciones de compraventa, especialmente en la segunda mano».

Los tipos de interés golpean la demanda
Los agentes inmobiliarios, como el conjunto de eslabones de la cadena de valor inmobiliaria, sitúan en la subida de tipo de interés el origen de la ralentización del mercado. En un sector movido para el crédito, el encarecimiento de los préstamos es un agente aturador incontestable. Así, según los expertos, las transacciones residenciales durante la segunda mitad del año quedan «a merced de la incertidumbre política y económica, así como las pautas monetarias del BCE y el Banco de España». «La compra de inmuebles depende, en un alto porcentaje, de la financiación bancaria de las familias», recuerdan los agentes: un excesivo endurecimiento de esta financiación puede parar el mercado.
Barcelona, aislada
Todo y la ralentización sustancial del mercado de la vivienda, habrá ciertas zonas donde el sufrimiento de los precios será muy menor. Se trata, según los Apios, de las grandes ciudades y sus áreas metropolitanas, con Barcelona al frente. La abundante demanda en las regiones más pobladas en comparación con otros puntos del territorio hace que los precios se mantengan en niveles elevados incluso en uno en torno a tipos altos. En aquellas poblaciones donde la demanda sea tradicionalmente más baja, pero «es donde más se notará» la bajada de precios, en cuanto que afecta mucho más «el encarecimiento del dinero y la dificultad para acceder a la financiación».