A solo 20 minutos de Barcelona hay un restaurante que desafía el mundo gastronómico de hoy, y busca impresionar con luces de neón, menús en inglés y conceptos extravagantes.
Barcelona vuelve a enfrentar una nueva crisis urbana: la escalada de los precios de los alquileres. Esto ha llevado al cierre de un restaurante clásico italiano que ya no ofrecerá su emblemática pizza.
Viajar y disfrutar de la cocina tradicional en restaurantes centenarios que descubrimos en paseos ocasionales es adentrarse a conocer el gusto, la historia y la cultura de un lugar que deja huella.
En Calonge, provincia de Girona, en la Costa Brava y específicamente en la Carretera de la Bisbal, 46, hay un restaurante que nació y ha crecido con un concepto muy particular.
Un restaurante que nunca cierra en Barcelona existe y está escondido dentro de un hotel.
Con cocina disponible las 24 horas, ofrece platos completos por menos de lo que cuesta un taxi nocturno.
Una cocina nacida del huerto, el viñedo y la emoción.
En un rincón tranquilo del Alt Penedès, un restaurante discreto está cambiando la manera de entender la cocina local.
L’Artesana Santa Eulàlia, una humilde casa de comidas de L’Hospitalet de Llobregat, se corona en San Sebastián como el templo mundial de los callos, reivindicando la fuerza de la cocina de barrio.