Un restaurante que nunca cierra en Barcelona existe y está escondido dentro de un hotel.
Con cocina disponible las 24 horas, ofrece platos completos por menos de lo que cuesta un taxi nocturno.
Una cocina nacida del huerto, el viñedo y la emoción.
En un rincón tranquilo del Alt Penedès, un restaurante discreto está cambiando la manera de entender la cocina local.
L’Artesana Santa Eulàlia, una humilde casa de comidas de L’Hospitalet de Llobregat, se corona en San Sebastián como el templo mundial de los callos, reivindicando la fuerza de la cocina de barrio.