La Asamblea Nacional Catalana vive un auténtico desmadre interno. Después de sonadas dimisiones al secretariado nacional y de la articulación de un frente opositor interno a Dolors Feliu a través del colectivo Indesinenter, ahora toca poner negro sobre blanco el debate ideológico en el proceso para redactar la nueva hoja de ruta. Y vuelven a aflorar diferencias que muestran la división interna a la entidad independentista. Una división que se ha desacomplexat tanto que se hará ver al Asamblea General Ordinaria (AGO) que este jueves empieza de manera virtual y que acabará el próximo 24 de mayo.
Un cónclave vital para la Asamblea porque tendrá que aprobar la hoja de ruta para los próximos dos años. Un mapa de trabajo importantísimo para poder centrar la operativa de la entidad. Pero debatir y aprobar este documento no será un camino de flores y violas, antes al contrario. Según ha podido saber El Mundo, se han presentado ocho enmiendas a la totalidad al documento. Es decir, que lo desgarran de arriba abajo. Así mismo, se mantienen 438 enmiendas parciales. El AGO también tendrá que avalar las cuentas de la entidad y el informe de gestión que podría tener muchos votos contrarios a la actual dirección política de la ANC.
Asambleas territoriales beligerantes
Una de las enmiendas a la totalidad, a las cuales ha tenido acceso El Mundo, proviene de Anglesola (Urgell), que reclama reforzar el frente internacional aprovechando la batalla judicial a Europa del exilio.
Desde el barrio de Sant Antoni de Barcelona, se pide que se mantenga la hoja de ruta del 2022. Desde Santa Maria de Palautordera (Vallès Oriental), proponen organizar un
La idea que defiende la enmienda de la asamblea local de Arenys de Mar (Maresme) es preparar la lista cívica en base la idea del Grupo Objetivamente Identificable (GOI) que estipuló el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a raíz del pleito de las cuestiones prejudiciales del juez del Tribunal Supremo que instruye la causa contra el Proceso, Pablo Llarena.
Desde Esplugues del Llobregat (Baix Llobregat), el socio Josep Pinyol niega que la solución sea la creación de la lista cívica, porque considera que, si bien es cierto que el problema fue que los partidos independentistas no hicieron el trabajo, la respuesta no es crear un «cuarto espacio electoral».
Desde Cornellà de Llobregat, la enmienda se basa a pedir más implicación de los ayuntamientos en la lucha por la independencia. La enmienda de Sant Vicenç dels Horts apuesta por una lista cívica y a la vez buscar la manera de «paralizar el país».
Entre el 19 y el 20 de mayo se votarán tanto las enmiendas totales y las parciales. El debate se mantiene muy vivo.
