La Inteligencia Artificial llega a las clínicas dentales con promesas sorprendentes: más precisión, diagnósticos más rápidos y… ¿un ojo clínico mejor que el de un dentista?
La odontología digital ya no es el futuro. Es el presente.
Una nueva generación de herramientas basadas en Inteligencia Artificial, como la plataforma Overjet, promete transformar la manera en que se detectan caries y otras patologías dentales. ¿Puede realmente una máquina superar el criterio clínico de un experto? La Dra. Elena Solís González, especialista en Odontología Restauradora y Estética, lo tiene claro: “La inteligencia artificial no viene a sustituir, sino a potenciar la capacidad diagnóstica del dentista”.
¿Qué es Overjet y cómo funciona?
Overjet es una de las plataformas más avanzadas en diagnóstico dental mediante Inteligencia Artificial. Se alimenta de miles de radiografías, entrenadas con algoritmos capaces de detectar caries, pérdida ósea y otras patologías con una precisión sorprendente. El sistema no solo reconoce patrones visuales, sino que los cuantifica y contextualiza.
La IA traduce las imágenes en datos clínicos objetivos: localización exacta de la caries, profundidad estimada, progresión de la enfermedad, entre otros. Para el dentista, se convierte en una herramienta de doble validación, más que en un sustituto.
La precisión de la IA frente al ojo humano
Todos los dentistas saben que el diagnóstico visual en una radiografía no es infalible. Factores como la fatiga, la experiencia clínica, el ángulo de toma o incluso la iluminación de la sala pueden condicionar el juicio. En cambio, los algoritmos no se cansan ni interpretan: evalúan en base a patrones y estadísticas, sin subjetividad.
En estudios realizados en EE. UU., se ha visto que la IA puede detectar caries con una sensibilidad del 83% frente al 71% de los dentistas en algunos casos, especialmente en lesiones incipientes, donde el ojo humano tiende a pasar por alto detalles sutiles. La tecnología ayuda a evitar tanto falsos negativos como excesos de tratamiento.
Estudios que lo demuestran
Un análisis publicado por The Journal of Dental Research mostró cómo el uso combinado de IA y odontólogos reduce en un 39% los errores diagnósticos. Otro estudio en clínicas privadas de California reveló que el 20% de las caries detectadas por IA no fueron vistas por los profesionales en la primera revisión.
Además, la IA puede facilitar el seguimiento: mide milimétricamente la evolución de una lesión a lo largo del tiempo, lo que permite tomar decisiones más conservadoras o intervenir antes de que el daño sea irreversible.
¿Qué opina la Dra. Elena Solís González?
La Dra. Solís González, que ha comenzado a aplicar Overjet en su práctica clínica, lo resume con claridad: “Es como tener un segundo par de ojos. Y uno que no se equivoca por cansancio ni por sesgo”. La especialista destaca el valor de la plataforma para reforzar la confianza de los pacientes, ya que se puede mostrar visualmente la lesión detectada por la IA en la pantalla, “eliminando dudas y mejorando la comunicación”.
Añade que la clave está en el equilibrio: “No se trata de confiar ciegamente en una máquina, sino de utilizar esta inteligencia como una segunda opinión instantánea”.
Ventajas reales (y límites actuales)
Entre los beneficios más evidentes están:
- Reducción de diagnósticos erróneos.
- Más claridad para el paciente, que ve en la pantalla el problema detectado.
- Ahorro de tiempo en revisiones rutinarias.
- Mejora en la planificación de tratamientos personalizados.
Aun así, también hay retos: la IA no evalúa el contexto clínico general (historial del paciente, hábitos, síntomas) y aún depende de la calidad de la imagen radiográfica. Además, no sustituye el criterio humano en decisiones complejas, como elegir entre remineralización o intervención quirúrgica.
¿Un futuro sin dentistas o una colaboración perfecta?
El temor de que las máquinas sustituyan a los dentistas parece infundado. Más bien, se abre una nueva era de colaboración. La IA no limpia dientes, no realiza endodoncias ni atiende la ansiedad del paciente. Pero sí puede evitar que una caries pase desapercibida, o que se intervenga de más cuando no era necesario.
“La IA no reemplaza la experiencia del dentista, la complementa”, insiste la Dra. Solís. “Es como pasar de una brújula a un GPS. El viaje lo haces tú, pero con una guía mucho más precisa”.
Dentista o algoritmo: ¿quién cuida mejor tu sonrisa?
La decisión final sigue siendo humana. Pero ahora, esa decisión puede estar respaldada por una herramienta que ve más allá de lo visible. La confianza entre dentista y paciente se refuerza cuando ambos saben que hay un sistema de apoyo imparcial, lógico y cuantitativo.
¿Y tú, qué opinas? ¿Confiarías en una máquina para detectar tus caries?
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