Veu del Consumidor
Así es la consola low cost de Lidl: imita la Switch, cuesta 12 euros y tiene 150 juegos

Un fenómeno inesperado que ha captado la atención de nostálgicos, familias y curiosos por igual.

La fiebre por esta consola no viene solo por su diseño llamativo, sino por la sorpresa de encontrarla en un supermercado. Lidl la promociona como un producto ideal para niños, pero muchos adultos la están comprando por simple diversión… o por pura nostalgia.

Una consola por menos de 12 euros

Lidl ha lanzado la Lexibook Cyber Arcade Pocket, una videoconsola portátil que cuesta lo mismo que una pizza familiar. El modelo, disponible en tiendas físicas y en línea de la cadena, se ha agotado rápidamente en varias localidades, generando comentarios como “¡parece una Switch en miniatura!” o “esto es lo que jugábamos en los 90”.

Por solo 12 euros, incluye una pantalla LCD a color, botones de control sencillos y 150 juegos instalados. No se conecta a internet, no necesita actualizaciones ni tiene compras internas. Es tan retro que casi parece una parodia… y eso mismo la hace irresistible.

Diseño inspirado en la Switch

La estética no pasa desapercibida. Con sus mandos laterales, pantalla central y carcasa de colores vivos, la consola de Lidl recuerda visualmente a la Nintendo Switch. No tiene pantalla táctil, ni dock, ni funciones avanzadas, pero eso no le impide parecer una versión low cost del gigante japonés.

Muchos compradores reconocen que parte del encanto radica justamente en esta imitación descarada pero entrañable, que apela a aquellos que crecieron con consolas de cartucho o LCD.

150 juegos de pura nostalgia

Los juegos integrados son sencillos, de tipo arcade, plataformas, carreras, rompecabezas y deportes. No hay títulos con licencia, pero sí una colección variada de minijuegos que recuerdan las recreativas o las primeras Game Boy.

La mayoría tienen gráficos básicos, sonidos electrónicos y mecánicas simples. Pero eso es parte del atractivo: permiten partidas cortas, sin compromiso, perfectas para pasar el rato sin distracciones. “Es como volver a los veranos de tu infancia”, comentan algunos usuarios en las redes.

El fenómeno viral en las redes sociales

El producto ha generado oleadas de vídeos en TikTok y YouTube, con reseñas, comparaciones y reacciones de todo tipo. Algunos influencers tech se lo toman con humor: “Esto es la Switch para pobres, y aun así me encanta”. Otros la recomiendan como regalo perfecto para niños o como entretenimiento casual para adultos.

Los comentarios más repetidos apuntan a lo mismo: por 12 euros, nadie esperaba nada… y termina entreteniendo mucho más de lo previsto. Un efecto bola de nieve que ha disparado su popularidad sin campañas publicitarias ni grandes anuncios.

Switch vs. consola de Lidl: el contraste

Comparar ambas consolas técnicamente sería injusto… pero inevitable. Mientras que la Nintendo Switch cuesta entre 250 y 350 euros, tiene conectividad en línea, gráficos avanzados y juegos de última generación, la Lexibook de Lidl apuesta por todo lo contrario: simplicidad, autonomía y precio de risa.

Donde la Switch exige planificación, juegos caros y actualizaciones, la versión de Lidl ofrece diversión instantánea sin complicaciones. Una diferencia abismal que, lejos de perjudicarla, ha creado su propio nicho de fans.

¿Juguete barato o cápsula del tiempo?

Más allá del precio, lo que esta consola pone sobre la mesa es el valor emocional. Muchos adultos se han visto transportados a su infancia solo con encenderla. Su aspecto y funcionamiento recuerdan aquellas consolas chinas con “mil juegos en uno” que circulaban hace décadas.

No se trata solo de jugar, sino de recordar. Y aquí está el verdadero valor de este producto. Por 11,99 €, no compras un dispositivo de vanguardia, sino una experiencia nostálgica que combina ternura, humor y sencillez.

Mucho más que un juguete barato

¿Es la mejor consola del mercado? Por supuesto que no. ¿Vale lo que cuesta? Muchísimo más. La consola de Lidl no compite con gigantes tecnológicos; simplemente se ríe desde un estante del supermercado.

Quizás por eso ha triunfado: porque nos recuerda que jugar puede ser simple, divertido y accesible para todos. Y que, a veces, la diversión más auténtica no necesita Wi-Fi ni gráficos 4K… solo una buena dosis de sorpresa y un par de pilas.

Y tú, ¿ya la tienes o te animarías a probarla?
Comparte este artículo si también creciste con consolas retro… o si aún las prefieres.

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