Veu del Consumidor
El plato precocinado de Mercadona que sorprendió a un nutricionista: «No está tan mal como parece»

Los platos precocinados suelen llevar la etiqueta de poco saludables. Sin embargo, un nutricionista se ha llevado una sorpresa con un producto de Mercadona.
Se trata de unas alitas de pollo que, al analizar su composición, revelan un perfil mucho más favorable de lo que nadie imaginaría.

El experto en nutrición Fran Susín compartió en redes sociales su sorpresa al revisar este producto. Lo que parecía un plato rápido y cargado de aditivos terminó mostrando una cara diferente. En sus palabras, “no está tan mal como parece”. Y es que, a diferencia de la mayoría de precocinados, este ofrece una proporción muy alta de alimento principal y pocos añadidos.

La mala fama de los platos precocinados

En la mente de muchos consumidores, los precocinados son sinónimo de grasas en exceso, azúcares ocultos y aditivos difíciles de pronunciar. Es un imaginario colectivo construido a partir de experiencias previas: sopas instantáneas cargadas de sal, pizzas ultraprocesadas o platos con salsas demasiado grasosas.

Esta mala fama no es gratuita. Varios estudios han demostrado que los productos ultraprocesados, cuando forman parte habitual de la dieta, están asociados a un mayor riesgo de obesidad, hipertensión y otros problemas de salud. La Organización Mundial de la Salud insiste en recomendar alimentos frescos como base de la alimentación diaria.

Por eso, cuando alguien menciona “plato precocinado”, lo más habitual es fruncir el ceño y pensar que se trata de una opción poco recomendable. Y sin embargo, casos como el que ha analizado Fran Susín muestran que no siempre se debe juzgar solo por la etiqueta o la primera impresión.

El análisis del nutricionista

Fran Susín, nutricionista y divulgador en redes sociales, acostumbra a analizar productos de supermercado para explicar a sus seguidores cómo leer etiquetas y distinguir entre opciones mejores o peores. En esta ocasión, decidió revisar unas alitas de pollo precocinadas de Mercadona, aparentemente un producto poco prometedor.

Su sorpresa fue inmediata. Al revisar la lista de ingredientes, observó que la composición era diferente de lo esperado. La mayoría de consumidores piensa que este tipo de platos está cargado de conservantes, potenciadores de sabor y grasas extra. Pero las cifras contaban otra historia.

El mismo Susín comentó que, si bien no se trata del alimento perfecto, es un ejemplo de cómo un precocinado puede cumplir unos estándares más equilibrados. La conclusión que compartió con sus seguidores fue clara: este plato, lejos de ser una “bomba calórica”, podía encajar de manera puntual en una alimentación normal.

@fransusin_

🍗 ¿Alitas precocinadas del Mercadona = porquería? Pues hoy te traigo una sorpresa. Todo el mundo marca estas alitas del Mercadona con el dedito rojo ❌, pero si miramos bien los ingredientes… ¡ojo! Alitas de pollo 96%, y solo un 4% de aditivos. Sí, tienen algo de dextrosa, almidón y correctores de acidez, pero están bastante controladas. No están aceitosas y son más decentes de lo que parecen. ¿Lo ideal? Hacértelas tú en casa, en la airfryer. Pero si un día tienes prisa, estas no están nada mal ✅ ¿Las has probado? ¿Qué te parecen? #FranSusín #Salud #Nutrición #ConsejosSaludables #EtiquetasNutricionales #AlimentaciónSaludable #Mercadona #Hacendado #Carrefour #Lidl #Aldi

♬ sonido original – Fran Susín ®️ DIETISTA

Ingredientes y composición real

Lo que más llamó la atención del nutricionista fue el porcentaje de ingrediente principal. Estas alitas de pollo de Mercadona tienen alrededor de un 96 % de carne, una proporción muy superior a la de otros productos similares del mercado. Esto significa que prácticamente todo lo que el consumidor está comiendo es pollo, sin rellenos ni cargas innecesarias.

El resto, un 4 % de ingredientes adicionales, incluye elementos como dextrosa, almidón, correctores de acidez, vino, agua, especias y sal. Aunque la presencia de dextrosa (un tipo de azúcar simple) podría generar dudas, la cantidad no parece significativa en el conjunto del producto.

Otro detalle positivo es que no se percibe un exceso de grasa en su preparación. Las alitas no resultan aceitosas ni recargadas, lo que contrasta con muchos platos precocinados donde el exceso de aceite es un problema habitual.

En conjunto, se trata de una composición sorprendentemente limpia, lo que explica la reacción de Susín y el comentario de que “no está tan mal como parece”.

¿Son una opción saludable?

La respuesta breve es que pueden ser una alternativa aceptable en determinadas circunstancias. No sustituirán nunca una comida casera con pollo fresco, pero sí representan una opción mejor que otros precocinados disponibles en el supermercado.

Su perfil nutricional más sencillo, con un alto porcentaje de carne y pocos añadidos, permite que sean un recurso válido para personas con poco tiempo. En días ajetreados, abrir un envase de estas alitas puede ser una manera de resolver una comida sin recurrir a opciones más problemáticas, como la comida rápida o los ultraprocesados cargados de salsas.

Ahora bien, es necesario mantener algunas precauciones. Aunque la proporción de aditivos sea baja, el producto contiene sal y algunos carbohidratos añadidos, y por eso no debería formar parte del menú diario. Además, falta información más precisa sobre el contenido exacto de calorías, grasas saturadas y sodio, que son indicadores clave para valorar su impacto real en la dieta.

En definitiva, hablamos de un producto aceptable para un consumo ocasional, pero no diseñado para convertirse en protagonista de la alimentación habitual.

Lo que recomiendan los expertos

El mismo Susín recordó en su análisis que lo ideal sigue siendo cocinar en casa. Preparar unas alitas de pollo frescas al horno o en una freidora de aire permite controlar la cantidad de aceite, sal y especias, ajustando la receta a las necesidades de cada persona.

Sin embargo, el mercado de precocinados está en auge precisamente porque muchas personas no disponen de tiempo para cocinar cada día. Y en este contexto, elegir bien se convierte en un hábito fundamental. No todos los precocinados son iguales: algunos esconden una larga lista de conservantes y grasas, mientras que otros, como este caso, mantienen una composición más sencilla y directa.

Los nutricionistas suelen recomendar a los consumidores fijarse en tres aspectos básicos:

  1. El porcentaje del ingrediente principal.
  2. La cantidad de aditivos y su función real.
  3. El nivel de grasas y sal añadida.

Siguiendo estas pautas, es posible identificar opciones más equilibradas dentro de la categoría de alimentos preparados. Y, como señala Susín, no siempre se trata de demonizar los precocinados, sino de aprender a distinguir cuáles pueden encajar de manera responsable en una dieta equilibrada.

No tan malos como parecen

Las alitas precocinadas de Mercadona han demostrado que no todos los productos de esta categoría merecen la etiqueta de poco saludables. Aunque lo más recomendable es optar siempre por ingredientes frescos y recetas caseras, este plato muestra que hay alternativas más razonables de lo que solemos imaginar.

La clave es informarse y leer las etiquetas con atención. Muchas veces, la apariencia de un producto puede llevarnos a conclusiones equivocadas. En este caso, un análisis detallado permitió descubrir que lo que parecía un simple precocinado escondía un perfil bastante digno.

La reflexión que deja este episodio es clara: no todos los alimentos preparados son iguales y, con un poco de criterio, se pueden tomar decisiones más acertadas en el supermercado.

¿Y tú? ¿Sueles mirar los ingredientes de los platos precocinados antes de comprarlos o te fías de la primera impresión? Comparte tu experiencia y cuéntanos qué productos te han sorprendido en tu día a día.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa