El Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica ha informado que los precios del alquiler han caído en Cataluña en el tercer trimestre del año. Según los datos publicados por la consejería, en los 140 municipios donde se aplica la contención de rentas y se ha fijado un tope, el precio del alquiler ha bajado un 0,9% en relación al año anterior, mientras que donde no se aplica el precio ha crecido un 6,1%. En el conjunto de Cataluña, los precios han bajado un 1,1%.
Una de las ciudades donde más ha bajado el precio del alquiler es Barcelona, donde ha caído un 3,2% interanual y se ha situado en 1.113,3 euros, mientras que en el resto de Cataluña el alquiler ha bajado un 1,2%, hasta los 727,19 euros de media. Es el segundo trimestre consecutivo con un descenso del precio del alquiler en las zonas reguladas, pero desde Territorio prefieren ser prudentes. “Hay que tener en cuenta que por ahora solo se tienen datos de dos trimestres para los primeros 140 municipios y que los otros 131 declarados tensos aún no hay ninguna evaluación”, matizan.

Más contratos de alquiler vigentes
Antes del verano, la Generalitat amplió de 140 a 271 los municipios declarados como zonas de mercado tensionado y afectados por la contención de rentas. “Con la ampliación de la serie también se podrá analizar con más profundidad otras medidas influyentes como pueden ser las dinámicas económicas, políticas y sociales que también tienen incidencia en el mercado de alquiler”. Una de las tendencias que destaca Territorio es el aumento del número de contratos de alquiler vigentes, que continúa en aumento.
Durante el tercer trimestre de este año se ha producido un descenso en el número de contratos, pero el departamento defiende que “la realidad es que hay más número de contratos nuevos que no extinguidos” debido a la nueva Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que data de 2019, que amplió la duración de los contratos de los 3 hasta los 5 o los 7 años, una medida que ha “alentado la rotación de los alquileres, estabilizan a las familias en las viviendas con contrato vigente”. Territorio asegura que el tope de precios “elimina el incentivo que podía tener el propietario de cambiar de inquilino para subir la renta, de manera que hay más renovaciones de contratos para mantener a la misma persona o familia alquilada”.