Las grandes empresas europeas tienen el cambio climático y la transición energética como uno de los pilares básicos para su futuro. Así se ha demostrado este jueves durante la reunión anual del Cercle d’Economia donde han coincidido los CEO de Cellnex y Vueling, Marco Patuano y Carolina Martinoli, y la CEO de EMEA de Zurich, Alison Martin. En esta línea, Patuano ha reclamado a las instituciones europeas que, una vez superadas las elecciones del próximo 9 de junio, la Unión Europea establezca un plan estratégico con las cuestiones más importantes. Además, el directivo también ha reclamado una reducción importante de la burocracia al continente por no ser «la patria de las normas».
Por su parte, Martinoli ha recordado que las empresas no pueden hacer suelas la transición verde. A la vez, ha gritado a las administraciones, tanto estatales como europeas, a desarrollar políticas orientadas a escalar la producción de combustibles sostenibles para la aviación (SAF) «porque la transición ecológica es una oportunidad». Además, la directiva ha asegurado que la industria dedicada a este combustible puede proporcionar 56.000 millones de euros al PIB, según un estudio efectuado junto a Iberia.
Por su parte, Martin, ha sostenido que el cambio climático es lo «riesgo más complejo» que tienen que gestionar las sociedades y las empresas y ha pedido a administraciones y empresas trabajar a coro en su abordaje. En este sentido, Martin ha asegurado que la transición verde tiene que ser una oportunidad de transformación empresarial y lo ha vinculado a la existencia de «señales claras de políticas que se puedan demostrar y palpables» para las empresas, quienes ha dicho que necesitan guías.
No cambiar de rumbo
Durante su intervención, Patuano también ha pedido a las administraciones no cambiar «constantemente los objetivos sobre sostenibilidad» y ser más ágil ante las cuestiones administrativas para poder invertir en nuevas instalaciones con seguridad. «La gente que tiene que hacer inversiones no puede cambiar cada dos años los objetivos», y ha definido los trámites administrativos que tienen que hacer las empresas como una pesadilla, por lo cual ha apostado para simplificarlos.
Por su parte, Martin también ha defendido que la política tiene que tener «unas barreras» y que, mientras tiene que determinar cuál es el destino hacia el cual empresas y sociedad se dirigen en materia de cambio climático, son los mercados de capitales quienes tienen que decidir como hacerlo. Martin ha explicado que durante décadas los riesgos derivados del cambio climático «solían ser riesgos únicamente para el sector de los seguros«, mientras que, hoy en día, ha sostenido que para las empresas es crítico contar con planificaciones de situaciones y escenarios, que a su juicio tienen que ser a un horizonte a largo plazo y superior a los tres años.
No demonizar la aviación
Martinoli, por su parte, ha criticado la demonización que vive el sector de la aviación, donde ha asegurado que «la descarbonización es posible», y ha pedido políticas para poder escalar en la disponibilidad de SAF (Combustible de Aviación Sostenible). En este sentido, ha asegurado que, para Vueling, la «descarbonización es un tema central y prioritario» y ha recordado que el grupo al cual pertenece esta aerolínea, IAG, fue lo primero a comprometerse en 2019 a llegar a emisiones cero en 2050.
Así mismo, la directiva ha explicado que Vueling también se comprometió ya en 2021 a llegar a un 10% del uso de SAF de cara al 2030, unos porcentajes que están cuatro puntos por encima del mandato europeo, y que en algunos vuelos ya se ha llegado al 50%. «Existe una hoja de ruta. Es posible la descarbonización de la aviación» ha asegurado Martinoli, pero ha avisado que es difícil y caro, por lo cual ha pedido incentivos a la utilización y, sobre todo, a la producción.