Los consumidores de Estados Unidos están comenzando a reducir su gasto a medida que la confianza en el mercado se debilita con la incertidumbre de las medidas en política monetaria que presenta el segundo mandato de Trump. Esta desconfianza creciente en la demanda de los estadounidenses podría mostrar indicios de una recesión de la que prefieren protegerse, y que se alimenta con las dudas que provocan las decisiones que puedan tomarse desde la Casa Blanca.
En los últimos días, cadenas de grandes almacenes estadounidenses, como Target y Walmart, han visto una ralentización del crecimiento en el nivel de consumo en sus tiendas, dejando atrás las ventas estables que vieron a finales de 2024. Pero este no ha sido el único sector donde se empieza a ver a los ciudadanos recortar sus gastos. Cuatro de las aerolíneas más relevantes de EE. UU. -United, American, Delta y Southwest- también han visto una caída en la demanda durante este primer trimestre del año. Estos datos sorprenden a los analistas, ya que, incluso después de la pandemia el gasto de los estadounidenses no bajó. A diferencia de los ciudadanos europeos, que prefirieron ahorrar antes que consumir -sobre todo marcados por la inseguridad de la guerra de Ucrania-, los EE. UU. han visto una etapa de expansión en la demanda que ahora parece reducirse.
Desde el regreso de Trump al frente de los Estados Unidos, los principales mercados de valores del planeta han visto cómo su futuro se convertía en imprevisible. En este sentido, se esperaba un gobierno desregulador y que mirara por los intereses empresariales para poder proyectar aún más una de las economías más importantes del mundo. Pero en los últimos días se ha visto que las bolsas de Estados Unidos sufrieron una fuerte caída. Por el momento esta no ha sido prolongada durante mucho tiempo, pero algunas compañías están encontrando dificultades para volver a ganar la confianza de los inversores, que sumada a la de los consumidores demuestra la sensación de inseguridad y duda en que se encuentran los EE. UU.

Una situación diferente de la promesa para el segundo mandato en la Casa Blanca
Esta sensación de desconfianza por parte de los consumidores estadounidenses, que ha acumulado tres meses a la baja según el índice de confianza de la Universidad de Michigan, es el conjunto de la incertidumbre y la duda de hacia dónde llevarán las nuevas políticas de Trump, asegura el profesor de macroeconomía de la Universidad Pompeu Fabra, Andrea Caggese. “La información actual sobre la situación económica es muy diferente de la que los ciudadanos esperaban cuando comenzó este mandato de Trump”, añade Caggese. El secretario general del Colegio de Economistas, Àngel Hermosilla, también considera que “los anuncios recientes respecto a la economía de EE. UU. afectan las expectativas de la gente, que se anticipan a lo que pueda pasar y el primer paso es reducir el consumo”.
Aparte de la reducción en el consumo, hay otro indicador económico que los expertos analizan para poder prever una recesión: el mercado laboral. En este sentido, Caggese explica que “no hay un crecimiento claro del desempleo en Estados Unidos, a pesar del repunte que se pueda haber visto debido a los despidos masivos en oficinas públicas que ordenó Musk”. Además de este factor, también se debe observar las expectativas de los ciudadanos en la economía; pero el profesor apunta que estas encuestas “cada vez son menos fiables, porque tienden a politizarse y cada uno acaba respondiendo según si están de acuerdo o no con el partido que se encuentra liderando el país”. Por eso, añade que la baja de consumo es un buen indicador a observar y que sirve como sustituto.

En esta línea, Caggese asegura que los consumidores ven con recelo las noticias sobre los aranceles, o las amenazas de estos. “Aunque se les repita, por parte de los políticos, que estos no tendrán ninguna repercusión en los usuarios, ellos no lo creen y acaba teniendo efecto en el consumo”, añade. Hace unas semanas entraron en vigor aranceles para el aluminio y el acero que entrara a Estados Unidos, y además Trump anunció hace unas semanas la entrada en vigor de nuevos aranceles sectoriales a partir del mes de abril en importaciones de otros productos que considera estratégicos como el del automóvil, los semiconductores y el sector farmacéutico.
Los efectos de Trump en otros mercados internacionales
En otros mercados, como el chino, también se ha visto este decrecimiento de la demanda, pero desde el gobierno se ha decidido abordar este cambio para “impulsar la demanda interna”. De esta manera, el gobierno chino se centrará en subir los sueldos y las pensiones. Esta aceleración del consumo interno ayudará al país asiático a depender menos de las exportaciones, que se están viendo afectadas con los nuevos aranceles.
En cuanto al mercado europeo, la situación de la demanda es diferente. Aunque se puede esperar que la situación de incertidumbre también afecte a la Unión Europea, hay diferentes tendencias a tener en cuenta que no coinciden con las estadounidenses, apunta Caggese. En esta línea, Caggese sigue y afirma que “en Europa no se ha visto una expansión tan grande como en Estados Unidos, sobre todo debido a la incertidumbre que ha provocado la guerra. La economía española creció más en el último año, pero no es el caso para toda Europa”. Además, Hermosilla también puntualiza que “se aproxima una temporada del año en la que el consumo se activa más, durante la primavera y el verano, y que con el impulso del turismo acelerará las ganas de consumo”.
Además, desde las instituciones europeas también se quiere potenciar la demanda, lo que se ha visto con medidas como la bajada del tipo de interés, situando el precio de los préstamos en la región en un 2,5%, el nivel más bajo desde principios de 2023. Además, también se ha visto un incremento interno en la demanda en cuanto a las empresas militares con las ayudas de la UE. Aunque es un sector muy concreto, servirá de estímulo y para activar la economía de ciertos países como Alemania, aseguran los expertos. Pero también se trata la desconfianza de los consumidores con prudencia: “aunque en Europa y en Cataluña de momento no hay que centrarse en este miedo por la bajada del consumo, hay que estar atento por si de aquí a unos meses hay que replantear estrategias en los gobiernos, sobre todo dependiendo del efecto que tenga la aplicación de aranceles”, explica Hermosilla.

El conflicto con la Reserva Federal por el tipo de interés
En esta línea, los expertos señalan que por el momento en Estados Unidos no se están tomando estas medidas para impulsar la demanda. Aparte de que la desconfianza de los consumidores puede ser temporal, Caggese apunta que las políticas fiscales de Trump no han abordado estas cuestiones por el momento: “las medidas que se han aplicado hasta ahora desde la Casa Blanca están más centradas en reducir el gasto del estado, y de momento no han anunciado medidas como la reducción de impuestos”.
Aun así, Trump sí que ha dado relevancia a la reducción del interés. A pesar de que el magnate ha publicado mensajes dirigiéndose a la Reserva Federal para que se bajara el tipo, desde la institución federal se ha decidido mantener el tipo intacto ante la amenaza inflacionista que suponen los aranceles.
De esta manera, las autoridades de Estados Unidos siguen sin moverse para actuar ante estos primeros signos de bajada en el consumo que reflejan las dudas de unos ciudadanos que ven de primera mano la incertidumbre que Trump genera en todo el mundo.