Las movilizaciones campesinas empiezan a crear ciertas tensiones entre diferentes grupos del campesinado catalán. De hecho, la Assemblea Pagesa ha decidido desvincularse de la tabla de diálogo del Gobierno y los sindicatos por pacificar las protestas del sector. En este sentido, han considerado que se ha dejado de banda las necesidades del pequeño campesinado que trabaja en «clave de soberanía alimentaria, de agroecología y de proximidad». Paralelamente, al menos cinco entidades de Poniente se han dado de baja de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) porque sienten que no han recibido el apoyo necesario y que se esperaban en las protestas. Así pues, parece que a medida que la situación de los campesinos se agravia, estos se muestran mucho más fuertes y sólidos por defender sus protestas hasta el final.
La Assemblea Pagesa ha alertado que sus contenidos del pacto con la administración pública no han surgido del trabajo de base ni han sido debatidos en asambleas en el territorio. De este modo, han defendido los pequeños productores y han reivindicado la necesidad de ser escuchados, puesto que han considerado que la Plataforma 6F que ahora se llama Plataforma Pagesa, hace una defensa del empresariado agrario, pero sin burocracia y se critican las importaciones pero no las exportaciones, entre otros aspectos. Por la Assemblea Pagesa es «especialmente preocupando» el compendio de reivindicaciones presentadas por la Plataforma Pagesa al Palacio de la Generalitat y sostenidas por UP, JARC, Asaja, la FCAC, Afrucat y algunas plataformas. Es por eso que han asegurado que quieren abrir un «espacio de movilización clarificador» y convocan una asamblea en Pujalt el 25 de febrero.

Por otro lado, la FCAC también ha recibido sus críticas este miércoles, puesto que cinco cooperativas de las comarcas de Ponent, la de Albesa, la de Torrelameu, la de Corbins, Alguaire y Alcoletge se han dado de baja de la entidad los últimos días porque consideran que los altos cargos de la Federación no han dado el apoyo necesario. Desde la FCAC admitiendo ante las bajas de estas cinco cooperativas que quizás no han sabido comunicar bastante correctamente su papel y los compromisos que han adquirido. Por eso, expresan su voluntad de escuchar este grupo de cooperativas para conocer sus argumentos y continuar trabajando, «como ha hecho siempre, por la unidad de acción en los retos del sector».
Pactos que dejan fuera los pequeños empresarios
Una de las principales conclusiones a las cuales se llega con estas primeras actuaciones es que la gestión de pactos a los cuales están llegando las organizaciones con la administración pública benefician -como norma general- a las producciones más grandes. De hecho, la Assemblea Pagesa pone de manifiesto que hay que tener más cura de los pequeños productores y ponerlos también en el centro de la cuestión, cosa que no se está haciendo para ellos y, por lo tanto, han decidido retirarse de las negociaciones. Este argumento también se comparte en las cinco cooperativas que han abandonado la FCAC, porque han dejado claro que las protestas tenían que ser mucho más incisivas del que han estado y, en consecuencia, no los ha gustado el papel que ha hecho su organización en estas.