La brecha salarial de género es un problema enquistado en Cataluña. Los técnicos de Hacienda han identificado que las mujeres catalanas cobraron 5.568 euros menos que los hombres en 2022, según el adelanto del VIII informe
Que las mujeres cobran menos que los hombres es una tendencia que se puede comprobar en todos los sectores de la economía catalana. Aparte de los dos mencionados, en el informe también destaca los 9.537 euros de diferencia a información y comunicaciones y los 7.622 a comercio, reparaciones y transportes. No es una tendencia que solo afecte el territorio catalán, sino que el conjunto del estado español también se ha podido comprobar una diferencia suficiente elevada entre los sueldos anuales de mujeres y hombres. Aun así, pero, es más baja que la de Cataluña, puesto que en el Estado los hombres cobren 4.999 euros más que las mujeres, el que se traduce con un porcentaje salarial de 24,8% más. Si se hace un recuento de los datos generales, la Comunidad de Madrid es la región que más brecha salarial tiene, con un 31,5%, seguido de Asturias (31%) y Aragón (27,9%). En cambio, a las islas Canarias se registró la menor diferencia, con un 11,3%.

Precariedad, techo de vida y más trabajos mal pagados
El informe sostiene que la brecha salarial se mantiene por varias razones. Las que más destacan en el estudio son la precariedad y el techo de vidrio por el cual las mujeres no acceden a lugares de poder. Además, también destaca que el nivel de retribuciones de los lugares de trabajo. De este modo, con ocupaciones a partir de 56.000 euros anuales, la presencia femenina se situó por debajo del 40%, un 25% en lugares de más de 105.000 euros y de poco más del 20% en salarios de más de 140.000 euros. Por otro lado, las mujeres también suelen ocupar los puestos de trabajo peor remunerados, como puede ser el sector de las curas o la limpieza de establecimientos.
Para hacer frente a estas diferencias, los técnicos de Hacienda también han marcado una fecha. Abolir la brecha salarial en el estado español es una cuestión de año, en concreto, teniendo en cuenta el ritmo de adelanto analizado entre 1999 y 2022, se necesitarían 25 años para hacerla desaparecer. Sin embargo, el informe concluye que en los últimos años, la reducción se ha intensificado.