Continúa la batalla judicial en varios frentes contra Glovo. El resto de las empresas del sector del delivery acusan a la compañía de origen barcelonés de haber ignorado la normativa laboral para conseguir una «posición de predominancia» en su mercado. En concreto, la neerlandesa Just Eat sostiene, ante el juzgado mercantil número 2 de Barcelona, que Glovo habría mantenido a sus repartidores como autónomos «evadiendo» la ley rider, lo que les permitiría «obtener mucho beneficio». Sobre este incumplimiento, la firma de Òscar Pierre podría ahora regularizar su situación «sin perder los beneficios», en detrimento de una competencia que sí habría cumplido con la normativa.
Así lo han expuesto los abogados de Just Eat, de la firma Pérez-Llorca, en la última sesión del juicio por la demanda que presentó contra Glovo. La denunciante reclama 295 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. Los letrados describen la estrategia del antiguo unicornio barcelonés como «típica de depredación», dedicada a «asfixiar a la competencia» para mantener una posición de dominio sobre el mercado a partir de actividades ilegales. Así, Glovo habría conseguido una ventaja «contraria al sentido común y a las normas de funcionamiento de la economía». Just Eat, así como el resto de empresas del sector, se habrían visto obligadas a «asumir unos gastos» que Glovo descartaba, lo que, en algunos casos, les habría obligado a «salir del mercado» del reparto a domicilio.

Glovo niega la competencia desleal
Por su parte, los abogados de Glovo acusan a Just Eat de «querer recuperar en los juzgados lo que han perdido en el mercado». Según los letrados, del despacho Uría Menéndez, la compañía neerlandesa ha perdido cuota de mercado porque es «menos eficiente», y no porque la barcelonesa haya operado fuera de la ley. También han intentado desacreditar a los trabajadores de reparto que han declarado durante el juicio, todos ellos antiguos falsos autónomos en la plataforma. Los abogados recriminan que los tres testimonios consultados correspondan a empleados que ahora están en la plantilla de Just Eat, lo que hace que sus «sensaciones» sean «manifiestamente insuficientes» para acreditar el trato ilegal a los riders durante los últimos años. En este sentido, el equipo legal de Glovo reclama que el juez rechace la demanda de Just Eat. El juicio ha quedado visto para sentencia.