La decisión de Junts de mantener la enmienda a la totalidad al proyecto de ley de reducción de la jornada laboral ha hecho estallar a los aliados de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, tanto en el mundo económico como en el Congreso de los Diputados. La formación del presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha concentrado las críticas de partidos y sindicatos durante la mañana. El secretario general confederal de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha acusado al grupo parlamentario que preside Miriam Nogueras de aliarse «con la extrema derecha nacionalista española» de Vox y el PP, quienes también enmendarán la iniciativa. Por su parte, el líder de la Unión General de Trabajadores, Pepe Álvarez, los ha acusado de «despreciar a la mayoría de ciudadanos del país». «Cataluña no entenderá su posición», ha asegurado el secretario general ugetista.
En una concentración frente a la sede de la patronal catalana Foment del Treball, los dos sindicatos mayoritarios han reprochado a Junts su alineamiento con Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo a pesar de las diferencias nacionales entre bloques. «Queda claro que, cuando las cuestiones son económicas, las banderas, las pulseras y los himnos pasan a segundo plano», ha criticado Sordo. También ha recordado las encuestas sobre la medida, que muestran que más del 70% de los votantes de la formación están de acuerdo con la semana de 37,5 horas; mientras que entre el conjunto de la sociedad catalana, el apoyo es de más del 80%. En este sentido, Álvarez ha acusado a los de Puigdemont de «despreciar a la ciudadanía» con su voto en el Congreso.
Los líderes sindicales de las dos centrales en Cataluña, Belen López y Camil Ros, se han sumado a las críticas de sus jefes en Madrid. La secretaria general de Comisiones Obreras de Cataluña ha argumentado que recortar la jornada laboral «es defender a Cataluña, porque mejora la vida de las personas trabajadoras del país». Ros, por su parte, ha advertido a los de Junts que la propuesta de ley aún tiene recorrido, incluso si resulta derrotada en el Congreso de los Diputados: «Es el sentir mayoritario de la gente; y por eso exigiremos al gobierno español que vuelva a presentar el proyecto».

ERC y Comuns, en la pugna
A las críticas de los sindicatos se han sumado los portavoces de dos de las formaciones que también apoyaron la investidura de Pedro Sánchez: los Comuns, bajo el paraguas del gobierno de coalición; y Esquerra Republicana de Catalunya. El portavoz de los republicanos en la Carrera de San Jerónimo, Gabriel Rufián, ha puesto a Junts en el mismo saco que Vox y PP en sus alianzas con el capital, asegurando que «quien paga manda, y los que pagan a la derecha española están pagando también a Junts». «Estamos hablando de media hora menos de trabajo», ha atacado Rufián, que considera la postura de los de Nogueras «incomprensible y vergonzosa».
Por su parte, el portavoz de los Comuns en el Parlamento, David Cid, ha acusado a Junts de aliarse con «dos personas que han trabajado, en primer lugar, para incendiar Cataluña», como son Feijóo y Abascal. «No se entiende que, a las puertas de la Diada, Junts per Catalunya haga un favor a la extrema derecha», ha insistido. Como los sindicatos, sin embargo, Cid mantiene cierta esperanza, y opina que «la batalla no está perdida». En este sentido, asegura que reclamarán al Ministerio de Trabajo y Economía Social que haga obligatorio el registro horario digital, para controlar mejor la jornada de los trabajadores. «Se acabó que Foment y que los grandes empresarios de este país roben a los trabajadores y a las trabajadoras con las horas extra no pagadas. Por tanto, no quieren caldo, pues dos tazas», ha amenazado.