Pequeña victoria de la revuelta campesina. El conseller de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, informó este viernes que el Gobierno trabajará para suavizar las restricciones de agua en la agricultura y la ganadería impulsadas hace unos días para hacer frente a la sequía. «Desde el sector nos harán una propuesta y analizaremos como la podemos hacer nuestra», dijo Mascort, quien también indicó que el objetivo es llegar a un acuerdo para que las restricciones no sean «tan duras» como las establecidas en el Plan Especial por la Sequía. En este sentido, habló de porcentajes concretos. «Tenemos que ver como modulamos los porcentajes que limitan el riego en un 80% a la agricultura y el uso de agua en un 50% a la ganadería», añadió.

Esta medida es una de las demandas de los campesinos catalanes que trasladaron esta semana los sindicatos agrarios en el Parlamento. El sector también rechaza la cantidad de burocracia que tienen que hacer, el precio del gasóleo agrícola y el desequilibrio de las importaciones de producto del primer sector, entre otros. Sobre estas peticiones, Mascort aseguró que el Gobierno está trabajando para tratar de darlos soluciones. «Seguro que no vamos tan deprisa, pero lo estamos trabajando», defendió. Un ejemplo son los pasos hechos para simplificar la burocracia. «Ya hemos eliminado algún trámite y pondremos a disposición de los campesinos una ventanilla única que haga más fácil su día a día», celebró.
La subleva campesina
En cuanto a la revuelta campesina, el campesinado catalán se sumó este martes a la oleada de protestas del sector a Europa. “Estamos tips de la burocracia, de los precios, de las importaciones y de las maneras de gestionar el campo por parte de los que mandan”, denunció un campesino en declaraciones a