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Foment felicita a Junts por «resistir las presiones» de Díaz sobre la reducción de jornada

Foment del Treball celebra el bloqueo de la reducción de jornada en el Congreso de los Diputados. El presidente de la patronal de las grandes empresas catalanas, Josep Sánchez Llibre, ha agradecido al Partido Popular, Vox y Junts per Catalunya las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de la semana laboral de 37,5 horas. Según Sánchez Llibre, las derechas españolistas y el partido del presidente en el exilio, Carles Puigdemont, han «aguantado las presiones» de la vicepresidenta segunda del gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Para escenificar la «radical oposición» a la reducción horaria vía Estatuto de los Trabajadores, Foment ha reunido a representantes de diversas organizaciones empresariales catalanas para leer un manifiesto «por la productividad y el diálogo social». El decálogo resume el rechazo a la «imposición» de la reducción de la semana laboral, que, en caso de prosperar, «sería el mayor error económico del gobierno español en los más de 40 años de democracia».

En su felicitación a los tres partidos que han enmendado la reducción de jornada, Sánchez Llibre ha puesto el foco especialmente en Junts, a quien ha alabado su acción política «a favor de la actividad empresarial». Incluso ha concretado sus loas en cuatro figuras de la formación independentista: el presidente Puigdemont, el secretario general, Jordi Turull, la portavoz en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras, y el presidente del grupo parlamentario en el Parlamento, Albert Batet. En adelante, el empresariado catalán espera que las formaciones contrarias a Díaz continúen «resistiendo las presiones» del entorno de la Moncloa. «Aún hay partido, aunque, por ahora, vamos ganando», ha expuesto el líder patronal. Con este «calor» para la oposición, sin embargo, espera que la medida nunca llegue a buen puerto en el Congreso.

Entre otras cuestiones, Sánchez Llibre ha destacado el agravio económico extraordinario que las 37,5 horas generarían para el capital español. Según los estudios de Foment, el agujero económico ascendería a los 23.000 millones de euros, ampliado por un incremento de los costos laborales del 7%, concentrado en aquellos sectores con menor capacidad para mejorar la productividad. De hecho, en el manifiesto, la patronal pone el foco en ámbitos de la economía como los cuidados a las personas, la atención a la dependencia o los servicios esenciales. Las empresas que se dedican a ello «podrían quedar gravemente afectadas» por los agujeros que quedarían con una reducción de jornada por ley. La organización hace extensiva esta llamada, sin embargo, a todos aquellos sectores que no pueden permitirse un movimiento como este: «Si queremos que la economía avance, hay que dotar a los empresarios de herramientas útiles», ha rematado el presidente en su intervención.

Aun así, Sánchez Llibre ha abierto la puerta a una reducción de jornada pactada sector a sector, convenio a convenio. Foment, asegura, «está a favor de reducir la jornada laboral»; siempre que se haga en los espacios abiertos al pacto entre capital y trabajo. De hecho, ha recordado, «el 30% de los convenios colectivos pactados este año en Cataluña tienen jornadas inferiores a las 37,5 horas». Otros, sin embargo, aún buscan adaptar su dedicación horaria. Es el caso del metal barcelonés, que lamenta que «hace 20 años que no se reduce la jornada de forma significativa».

La portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras / EP
La portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras / EP

Fuera del «modelo europeo»

Foment sitúa el proyecto de ley que aún impulsa Yolanda Díaz «fuera del modelo europeo». Solo dos países, ha recordado, reconocen una jornada laboral inferior a las 40 horas semanales por ley: Francia y Bélgica. En el caso francés, como ha lamentado el presidente de la patronal, «ha dejado sus finanzas en práctica quiebra», y ya se plantea dar marcha atrás en la reforma. Enfrente, una Alemania que amplía el límite legal hasta las 48 horas, pero que disfruta de una jornada media inferior a las 37,5 mediante acuerdos entre patronales y sindicatos. Aún mirando hacia Francia, Sánchez Llibre ha destacado las propuestas de austeridad del primer ministro François Bayrou, como la eliminación de dos de los 11 días festivos nacionales para «mejorar el rendimiento económico». No ha dado apoyo explícito a la medida, pero sí que la ha incluido en el manifiesto.

Las recetas de Foment

Más allá de la intervención de Sánchez Llibre, Foment ha encargado la lectura del manifiesto a ocho líderes patronales sectoriales y territoriales del país. Han intervenido Santiago García-Nieto, de la patronal de la hostelería Confecat; Jaume Roura, de la Unión Patronal Metalúrgica; Gerard Esteva, de la Ufec; Roger Gaspa, de la entidad de la gran distribución Cedac; Cinta Pascual, de la asociación de empresas de cuidados y atención a las personas ACRA; Joan Guillén, del Consejo de Gremios; Gabriel Jené, del eje comercial del centro, Barcelona Oberta y Xavier Panés, de la patronal egarense Cecot. La mayor parte del manifiesto se dedica a enmendar la propuesta de reducción de jornada en los términos en los que se ha planteado. El texto reivindica el diálogo social como «pilar de la democracia económica»; y reclama que «cualquier reforma laboral» se aplique mediante la concertación. Además, alerta de que la reducción artificial de las horas trabajadas está «desconectada de la realidad empresarial»; e impone «costos que comprometen la sostenibilidad» de muchos negocios. Finalmente, Foment hace un «llamado a la unidad» con otros actores del mundo económico y formaciones políticas aliadas para «evitar medidas unilaterales» por parte de la Moncloa.

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