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El espejismo del teletrabajo: solo el 16% de los empleados trabaja en remoto

La pandemia de la covid obligó a confinar a gran parte del mundo, haciendo que muchos trabajadores recurrieran al teletrabajo para continuar desarrollando sus tareas desde casa. Cinco años después, esta opción se ha ido reduciendo hasta convertirse en la situación actual de solo el 16% de los trabajadores. Durante estos años se ha visto una evolución de las tendencias del teletrabajo. Concretamente, en los meses de más impacto de la Covid, el trabajo en remoto se disparó del 8,6% al 17,7% del total de trabajadores de Cataluña en 2020, según datos del INE recopilados en la ACN. Esta situación hizo cambiar rápidamente las dinámicas laborales, obligando a las empresas a una digitalización urgente.

En 2021 se alcanzó el máximo histórico hasta ahora del trabajo en remoto: un 18,8% de los ocupados. Desde entonces esta modalidad de trabajar se ha ido moderando, registrando una media de 14,2% durante 2023; pero los últimos datos del INE apuntan a un repunte de hasta el 16% para el año 2024. Con estos datos, Cataluña se ha situado entre uno y dos puntos por encima del conjunto del estado español en cuanto al teletrabajo, incluyendo a los autónomos que trabajan desde casa.

Aunque el teletrabajo habitual ha disminuido desde el estallido de la pandemia, aquel que se hace de manera esporádica ha incrementado. “El teletrabajo esporádico es un elemento valorado positivamente como medida de flexibilidad y de poder organizar mejor la vida familiar”, explica la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Cristina Torre. En este sentido, los datos muestran una tendencia a la reducción de los días de teletrabajo entre aquellas personas que lo hacen, en 2023 aquellas personas que trabajaban en remoto puntualmente pasaban del 6,5% al 7,8%, y los que lo hacían la mayor parte del tiempo se reducían del 12,3% al 6,4%.

Regreso a las oficinas y los espacios compartidos

Con estas nuevas tendencias, también los espacios como los coworking han visto desde 2020 una evolución hacia un modelo que combina la presencialidad con el teletrabajo, junto con las empresas haciendo esfuerzos para atraer a los trabajadores a las oficinas. Desde la gestora de coworking Wojo se afirma que la mayoría de las nuevas contrataciones son en modelo híbrido. Desde otra empresa de coworking y oficinas privadas, Cloudworks, también se ha observado un aumento de asistencia más días de la semana, desde uno o dos días hace dos años, hasta los tres o cuatro actualmente. De hecho, 2023 comenzó una cierta tendencia positiva que prometía una inflexión en la compra y el alquiler de oficinas en Barcelona; y 2024, según las principales consultoras inmobiliarias del país, apunta a un futuro prometedor para el mercado de las oficinas en Barcelona. Durante 2024 hubo un incremento de los alquileres y compras de espacios de trabajo por parte de firmas de diversos sectores de más de 280.000 metros cuadrados, lo que refleja una notable recuperación del sector en la capital catalana, lo que se espera que aumente este 2025.

Pero a lo largo de estos cinco años desde el inicio de la pandemia ha habido una parte de los trabajadores que no han tenido la oportunidad de teletrabajar, en concreto seis de cada diez ocupados no ha trabajado desde casa porque el trabajo que desarrollan no se lo permite, según la encuesta sobre equipamiento y uso de las TIC del INE. Alrededor de dos de cada diez trabajadores sí que han podido hacer su trabajo en remoto en el último año, pero la mitad de los que han podido hacerlo por la naturaleza de su oficio no lo han hecho. Este hecho se debe mayoritariamente a una falta de medios tecnológicos para aplicar el teletrabajo por parte de las empresas, en un 56,2% de los casos, a que su hogar no está preparado (31,7%), o debido a la negativa de la empresa (8,9%).

La desaparición del teletrabajo por decisión empresarial

Por otro lado, varias empresas han visto en los últimos meses una reducción del teletrabajo forzada. El ejemplo más claro es el de la Generalitat, que anunció el 29 de enero que el trabajo en remoto se eliminaba para los altos cargos, lo que se ha interpretado más como una decisión política que una tendencia del mercado. Otros ejemplos de empresas que han dado pasos atrás en el trabajo en remoto son la energética Holaluz, la compañía de videojuegos Ubisoft o la de telemarketing CPM. Desde los sindicatos se ven estos movimientos como una estrategia empresarial para abaratar despidos, aprovechando que el teletrabajo es una característica muy valorada por los trabajadores.

La polémica por el teletrabajo también ha llegado a Estados Unidos, con Donald Trump reclamando a los funcionarios que hacen teletrabajo que vuelvan a hacer trabajo presencial. El mandatario puso en duda que trabajaran las horas que correspondía asegurando que “la productividad es dudosa”. También en los últimos meses grandes empresas como Amazon, Dell o JP Morgan han pedido a las plantillas en los últimos meses que regresen a las oficinas.

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