Después de semanas de desacuerdos y pullas en público, las dos primeras vicepresidentas del gobierno español, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, han llegado a un acuerdo para la modificación del subsidio de desocupación. La medida que finalmente se aprobará este mismo martes al Consejo de Ministros es, en principio, la que diseñó el ministerio de Trabajo y la más garantista para los trabajadores en el paro. Además, esta resolución hace que la líder de Sumar se lleve el que podría ser la última batalla entre las dos ministras antes de que Calviño abandone el ejecutivo en dirección al Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Esta nueva reforma elevará, que se ha decantado de la parte de Díaz, pero no será todo el que quería la líder de Sumar. En concreto, la reforma que verá ‘luz verde’ eleva el subsidio por desocupación hasta los 570 euros durante los primeros seis meses de percepción, que equivale al 95% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem) y a 540 euros mensuales en los seis meses siguientes (90% del Iprem) para después recuperar el 80% del Iprem hasta su extinción, según ha informado Europa Press citando fondo del gobierno español. Estas cifras son las que corresponderían al subsidio con el actual Iprem, que es de 600 euros en el mes. En caso de que este indicador se incremente, también lo haría el subsidio, porque el que fijaría la reforma son los porcentajes del Iprem a los cuales tiene que equivaler la ayuda.

Aumento de los posibles receptores del subsidio
El diseño que se aprobará en el Consejo de Ministros de este martes incorpora también al subsidio a los menores de 45 años sin cargas familiares, que supone aumentar en unos 150.000 los posibles receptores, y a los eventuales agrarios residentes fuera de Andalucía y Extremadura, unas 250.000 personas, y elimina el mes de espera porque el subsidio se pueda cobrar de manera inmediata. Además, también se establecerá la posibilidad de compatibilizar el subsidio con una ocupación durante los primeros 45 días sin rebajar su cuantía.
Así mismo, en la propuesta de Trabajo, los subsidios se revisarán trimestralmente y no de manera mensual para que los parados no tengan que estar diariamente pendientes de incumplir algunos requisitos de renta que los hagan perder el subsidio, y permitirá tener en cuenta las rentas de la unidad familiar si es más favorable al parado que tomar la renta individual.
El que provoca este nuevo planteamiento del subsidio es un mayor gasto para el Estado, puesto que eleva la cuantía de la prestación y el universo de los posibles beneficiarios en unas 400.000 personas, además de las 800.000 que lo cobran actualmente.