El conflicto entre el ministerio de Trabajo y Economía Social y la patronal española llega a sus últimas horas. El departamento dirigido por Yolanda Díaz prepara, después de que los sindicatos hayan elevado la presión durante las últimas horas, una reunión con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales para buscar el acuerdo entre todas las partes del diálogo social. En caso de que no salgan del encuentro con una posición conjunta, ya ha avisado Moncloa, se activará la medida solo con la aquiescencia de las organizaciones de la clase trabajadora, y se llevará al Congreso de los Diputados para negociar apoyos parlamentarios. El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha alertado de que la de principios de semana será «la última oferta» que el ejecutivo presentará a Antonio Garamendi. «Si podemos contar con la patronal, será una gran noticia; pero si no, intentaremos un acuerdo solo con las organizaciones sindicales», apostilla.
El encuentro llega poco después del aviso de la misma Díaz a los empresarios. Tras una reunión con la UGT, la titular de Trabajo aseguró que las conversaciones ya han llegado a su fin, «tanto para el sí como para el no». Similar es la posición de las organizaciones sindicales: en declaraciones en la presentación de su nueva campaña de difusión el pasado viernes, el secretario general de Comisiones Obreras en Cataluña, Javier Pacheco, aseguraba que «el tiempo de negociación se ha agotado». A juicio del dirigente, el gobierno español debería empezar a activar las conversaciones parlamentarias tenga o no el sí patronal. Cabe recordar que ya antes del otoño Comisiones amenazaba, por boca de su secretario general confederal Unai Sordo, con iniciar un nuevo proceso de movilizaciones contra los empresarios por su inmovilismo respecto de la jornada de 37,5 horas.

Acuerdo «sin concesiones»
Los sindicatos, a pesar del margen que el gobierno sigue dejando a los empresarios, rechazan cualquier «concesión» a las posiciones de los patrones. El secretario general de la UGT en Madrid, Pepe Álvarez, insiste en que «se ha acabado el tiempo» para conversar, y exige aplicar ya la mejora de condiciones. Por su parte, Sordo acusa a Garamendi de «puro obstruccionismo» por la lentitud de sus aproximaciones con el ejecutivo; asegurando que la conversación «no da para más». Así, ambos líderes sindicales reclaman «valentía» a Díaz, quien aún deja margen al empresariado para aceptar sus términos.
Garamendi amenaza a Díaz
A pesar del margen que Moncloa sigue dejando a la CEOE, Garamendi eleva el tono cada vez que avanza la negociación. Tras el anuncio de Trabajo respecto de la reunión del próximo martes, el jefe de los empresarios españoles ha alertado que «no le gustan los ultimátums». Ante la aceleración del ministerio, el vasco se defiende, argumentando que «defiende la negociación colectiva y los convenios»; si bien la parte social recuerda que la media de las jornadas establecidas en acuerdos de las partes ya se acerca a las 37,5 horas -se sitúa, de hecho, en las 38,2-. En contra de la posición sindical, los patrones reclaman más ayudas a las empresas para rebajar la jornada. Unas ayudas que, lamentan, el ejecutivo no ha puesto sobre la mesa. «No sabemos de qué se habla», concluye el presidente.