Vodafone despedirá 1.198 personas en el Estado a través de un Expediente de Regulación del Empleo. El fondo británico Zegona, gestor de la actividad española de la TelCo francesa, asegura que un importante recorte de plantilla es «la única fórmula para garantizar la viabilidad y competitividad de la empresa a futuro». La reducción de masa salarial afectaría, así, cerca del 37% de la fuerza de trabajo, que consta de poco más de 2.860 personas. A pesar de la reestructuración, el vehículo de capital asegura que prefiere abordar la situación con «una actitud responsable y dialogando con la voluntad de lograr el mejor acuerdo posible para las partes».
La actitud dialogante que quiere mostrar de cara al público la gestora de la multinacional no ha llegado a convencer los sindicatos, que se han mostrado extremadamente críticos con la decisión corporativa. La secretaria general de la sección sindical de Comisiones Obreras en Vodafone, Beatriz Moreno, ha tildado de «barbaridad» el despido colectivo planteado por Zegona. «Hablamos de un ERE de grandes dimensiones en una plantilla ya muy ajustada» critica la sindicalista, todo denunciante, precisamente, la ausencia de comunicación entre corporativo y trabajadores. «Será muy difícil llegar a un acuerdo que no sea totalmente voluntario», alerta Moreno, calificando el entendimiento propuesto de «sangría».

Conflicto por las «prisas»
Desde el sindicato, de este modo, se oponen no solo por el fondo de la medida, sino por un elevadísimo ritmo de ejecución de los despidos. «Parece hecho a propósito: somos casi en verano y nos pondremos en agosto», ha criticado la representante de CCOO. Desde UGT, por su parte, ponen Zegona como ejemplo de «como la mala gestión puede dilapidar el valor de una compañía que llegó a ser líder mundial». Contra estas acusaciones, desde el fondo aseguran que el recorte es «urgente» con el objetivo de «adaptarse a la nueva realidad del mercado y a la competitividad». Si bien los representantes de los trabajadores alertan que la estructura de la empresa ya es exigua, desde la propiedad reiteran que el ERE «no afectará ni la calidad del servicio ni el apoyo que se ofrece a los clientes».