Telefónica optará finalmente por la ERE para ejecutar su plan de salidas. La multinacional de las telecomunicaciones ha comunicado este lunes al atardecer a los sindicatos que convocará un expediente de regulación de la ocupación que podría llegar a afectar unos 5.000 trabajadores, si bien no ha revelado cuál será la cifra concreta de despidos. Así, la firma dirigida por José Maria Álvarez-Pallete ha comenzado el procedimiento legal para reducir su plantilla con varios argumentos técnicos centrados en «el excedente funcional» de trabajadores. Según han explicado los sindicatos, el recorte responde a la «modificación de servicios de la empresa» después del fin del despliegue de fibra óptica, entre otros elementos; si bien también hacen referencia a la automatización de procesos como desencadenante de la decisión.
La compañía tendrá que establecer en lo sucesivo tablas de negociación con sus filiales Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones; y la negociación corresponderá, según ha confirmado la Unión General de Trabajadores, «a cada una de las mesas que los comités intercentros constituirán» en un plazo de un mes. En este sentido, las cifras definitivas de despidos se comunicarán, como prevé la ley, a cada una de las representaciones de la parte laboral, que debatirán la resolución de sendos EREs separados. En este sentido, UGT vincula la aprobación del expediente a «la firma de un nuevo convenio colectivo de tres años que blinde la plantilla y sus condiciones laborales y económicas». Además, reclaman que las personas que finalmente abandonen Telefónica afectadas por el ERE «dispongan de garantías y condiciones similares en los planes de salidas anteriores».
Trasfondo de convenio
Así, las negociaciones para el nuevo convenio de empresa de Telefónica, que tendría que renovarse antes del 31 de diciembre, se retomarán el próximo jueves entre la dirección de la multinacional y los tres sindicatos que conforman la parte social: la misma UGT, Comisiones Obreras y Fetico. A estas alturas, y según ha confirmado la Unión General de Trabajadores, las posiciones «son lejanas», hecho que, atendidas las declaraciones sindicales, supone un importante escollo para la aprobación del expediente. Entre las exigencias de los representantes de la plantilla hay la renovación de la estructura salarial o la introducción en el acuerdo de una cláusula de revisión salarial que «mantenga el poder adquisitivo» de la plantilla; así común reducción de la jornada semanal, una ampliación de los permisos o una mejora del régimen de teletrabajo.