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Los ocho puntos donde el campesinado bloqueará la frontera el 3 de junio

El campesinado vuelve a la carga a las puertas de las elecciones europeas del 9 de junio. El próximo lunes, 3 de junio, los agricultores, organizados por la plataforma Revolta Pagesa, bloquearán la frontera con Francia para reclamar «más control de los productos importados» y exigir que se «priorice» la producción local. Concretamente, dentro del territorio catalán, cortarán los puntos de la Jonquera -la principal conexión entre Cataluña y Francia-, el cuello de Ares, Puigcerdá, la Seu d’Urgell y Bossòst, el municipio situado en la comarca del Valle de Arán. En España, los campesinos también se concentrarán en Sallent de Gállego (Aragón), Canfranc (Aragón) e Irún (País Vasco). Además de hacer valer la producción local del campesinado, las tractoradas previstas por el 3 de junio también pretenden collar a la administración para reclamar «la reducción fiscal en el uso de energías» que tienen que usar para explotar sus terrenos y producir alimentos.

A través de un comunicado difundido por Revolta Pagesa, los agricultores denuncian la «inmovilidad» de los gobiernos «autonómicos, estatales y europeos» ante las reclamaciones constantes del sector, que paralizaron el país para conseguir mejoras para el campesinado. En este acto previsto por el 3 de junio, están invitados todos los campesinos de España y Francia: «Después de varios encuentros entre campesinos de varios puntos de los estados español y francés, hemos decidido emprender acciones conjuntas y crear un bloque unitario en defensa del sector primario ante los gobiernos francés y español, así como ante la Comunidad Económica Europea», aseveran. Se trata, pues, de la primera vez a Europa que el campesinado de dos partes de la frontera se unifica para reivindicar conjuntamente.

Una imagen de archivo de la revuelta campesina / Europa Press (Laia Solanellas)
Una imagen de archivo de la revuelta campesina / Europa Press (Laia Solanellas)

Clamor unitario contra la competencia desleal

Campesinos de banda y banda de la frontera claman contra la «competencia desleal» que «ahoga» el sector primario: «Nuestras explotaciones dejan de ser viables con este tipo de competencia», apuntan desde Revolta Pagesa. Denuncian que la comunidad europea «adapta la legislación» en función de los productos «que vienen de fuera», cosa que relega la producción local en un segundo plan. Para ejemplificar esta situación, desde la organización de campesinos explican que Bruselas ha «modificado» la ley para permitir la entrada de productos que llevan más componentes fitosanitarios de los permitidos en la legislación europea: «En este caso, Europa ha adaptado el decreto sobre los fitosanitarios para incluir unos mangos y unas papayas que llevaban cinco veces más de los productos permitidos a la comunidad europea», remachan.

A pesar de que esta situación se ha ocasionado con fruta que no se produce localmente, desde Revuelta Campesina aseguran que es una tónica que se repite con otros alimentos como alcachofas o cítricos, que sí que se producen en Cataluña. El problema es que la comunidad europea «aprieta» al campesinado local por las «cantidades de productos fitosanitarios» de los alimentos que producen, que cada vez son «menos» -cosa que catapulta el número de plagas que golpea el cultivo, como pasó el año pasado con la plaga de moscas-, mientras da manga ancha a los productores extranjeros: «Nuestras explotaciones dejan de ser viables y competitivas. No ganamos bastante para vivir».

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