Más de un centenar de sindicalistas de la Unión General de Trabajadores (UGT) se han concentrado este jueves en Barcelona contra el bloqueo del convenio de hostelería en Cataluña, un convenio que lleva un año caducado. Los manifestantes han criticado que la patronal no tenga ninguna voluntad de mejorar las condiciones de los trabajadores a pesar de que se estén alcanzando cifras récord dentro del sector, además los sindicalistas acusan a la patronal de alargar las negociaciones de forma innecesaria para poder evitar el pago de los incrementos salariales durante la temporada alta. En declaraciones recogidas por la ACN el secretario general de la UGT en el Estado, Pepe Álvarez, ha señalado que “el comportamiento de la patronal con los trabajadores y trabajadoras de la hostelería en Cataluña es de verdaderas ratas. Lo quieren todo para ellos y no quieren redistribuir la riqueza que está generando el sector”.
El líder sindical ha querido lanzar un aviso a la patronal y ha asegurado que los sindicatos no firmarán ningún convenio «a la baja en Cataluña en un año con beneficios récord” y ha reclamado a los empresarios que se recorte “una jornada de trabajo absolutamente insoportable” para los trabajadores. De hecho, Álvarez se ha mostrado contundente en su discurso, y ha lanzado una advertencia a la patronal: “Que tomen nota de la movilización de hoy”
Quien también ha intervenido ha sido el secretario general de la UGT de Cataluña, Camil Ros, quien ha calificado de «irresponsable» a la patronal y los ha acusado de solo mirar por ellos «por la cuenta de resultados y los beneficios”. “La falta de personal viene condicionada porque la gente prefiere trabajar en otros lugares que en el sector de hostelería”, ha señalado un Ros que ha asegurado que los empresarios tienen “un morro que no se lo pisan” para dilatar la firma del convenio.

Tirón de orejas por los servicios mínimos
Los sindicalistas han criticado a las administraciones con dureza por los servicios mínimos que han fijado las administraciones. Camil Ros asegura que estos servicios mínimos “impiden el desarrollo de huelgas” y ha puesto de ejemplo el servicio de handling de Ryanair. Ros ha señalado que “Las huelgas se convocan cuando hay actividad, para presionar” y ha criticado a las administraciones alegando que los gobiernos y los entes institucionales deberían «ser conscientes de que los servicios mínimos deben ser, efectivamente mínimos y no máximos».