La planta de Parets del Vallès de Danone está en desuso. Así lo ha asegurado la multinacional que justifica el cierre por la reducción hasta el 48% del útil industrial. Después de una reunión con la consultoría que representa la compañía, el presidente del comité de empresa, Jordi Barragan, ha explicado el auge de la marca blanca es uno de los otros argumentos que la firma esgrime para bajar la persiana a la planta vallesana y trasladar la producción a Aldaia (País Valenciano) y Bélgica. Aun así, el futuro de los trabajadores, así como las condiciones de sus contratos no se sabrá hasta jueves, en la reunión dónde se abordarán las recolocaciones y las posibles indemnizaciones de 157 empleados.
La compañía Danone anunció hace unas semanas que cerraría su fábrica de Parets del Vallès porque no se estaba aprovechando todo el que era necesario y, por lo tanto, se había vuelto ineficiente. Actualmente, 157 trabajadores dependen del sueldo que les da esta fábrica y todavía restan a la espera de saber cuál será su próximo paso. De momento, el 90% de la producción que se hacía en la ciudad vallesana se repartirá entre las plantas del País Valenciano y Madrid, en cuanto a la otra 10% se hará desde Bélgica. Aun así, la empresa mantendrá en Cataluña las oficinas centrales, el centro de investigación y la planta de embotellamiento.

Medio centenar de personas protestan por su futuro
La semana pasada, cerca de cincuenta trabajadores de Danone se manifestaron contra el cierre de la fábrica. Se colocaron ante las puertas del hotel donde se estaba celebrando la primera reunión del comité con la intención de escridassar los directivos. Todo y la insistencia, no fue posible, puesto que los representantes de Danone llegaron dos horas antes al encuentro. “Queremos tener explicaciones claras y concisas del motivo del cierre de la fábrica”, remarcaron los sindicatos antes de la reunión.