El futuro de Celsa no queda del todo claro, según Comisiones Obreras (CCOO). El sindicato se ha reunido con la nueva dirección y posteriormente han declarado que no hay conocimiento de un plan industrial, de formación o de inversiones que pueda dar cierta seguridad a los trabajadores. Actualmente, las 3.700 personas que trabajan por la compañía continúan sin saber si conservarán su lugar de trabajo. Es por eso, que el sindicato ha exigido una garantía por estos trabajadores y la seguridad que mantendrán el trabajo todo y el cambio de dirección. La compañía, que produce acero circular a todo Europa, tiene en plantilla unas 3.700 personas, que se reparten en debe centros de trabajo (cuatro en Euskadi, dos en Barcelona y uno en Galicia, en Asturias, en Cantabria y en Andalucía).
La familia Rubiralta perdió el control de la compañía siderúrgica a principios de septiembre del 2023. La empresa entró a concurso de acreedores y en la actualidad la nueva dirección solo ha puesto sobre la mesa un nuevo plan de reestructuración financiera. Esta situación ha puesto en alerta CCOO, que es el sindicato mayoritario dentro del grupo, quien ahora vuelve a exigir las medidas necesarias para salvaguardar los puestos de trabajo de los casi 4.000 trabajadores de la compañía. Tal como ha asegurado el sindicato, «Celsa Group no tiene en España un plan industrial que le permita garantizar el futuro de la compañía, así como el mantenimiento de la ocupación y de la actividad en todos los centros de trabajo. Además, el consejo de administración no cuenta con un socio industrial español que sea experto en el sector». Así pues, la necesidad de planes que configuren cierta seguridad son esenciales para la confianza de los trabajadores, que se encuentra bajo mínimos, según las declaraciones de CCOO.

A la reunión han participado Unai Sordo, Secretario General de la Confederación Sindical de CCOO; Javier Pacheco, Secretario General de CCOO de Cataluña; Garbiñe Espejo, Secretaria General de CCOO de Industria y José Antonio Hernández, Secretario General de CCOO de Industria de Cataluña. A pesar de que no ha transcendido nada más que las propuestas del sindicato, todo apunta que ahora la dirección de la compañía tiene que mover ficha y CCOO espera que la respuesta sea positiva, y, por lo tanto, se aseguren de mantener o transformar los lugares de trabajo.
Seis propuestas sobre la mesa
El sindicato ha puesto seis cuestiones para intentar paliar el ecosistema de desconfianza que se mueve entre los trabajadores. Es por eso que ha reclamado al grupo siderúrgico el diseño de un plan industrial, desde la participación y el diálogo social, y de un plan de inversiones que permita adaptar los centros de trabajo a las exigencias productivas actuales y futuras. También ha propuesto que Celsa lleve a cabo proyectos para la recuperación y la transformación económica (PERTE) que le permitan adaptarse a la transformación energética y a las exigencias de descarbonización. Finalmente, la delegación sindical ha exigido un plan de formación; el mantenimiento de la ocupación estable y de calidad y garantías que no se venderá o deslocalizará ninguna empresa.