Las protestas que empezaron a Francia han llegado hasta Cataluña. Desde hace algunas semanas, los agricultores y ganaderos franceses han hecho varias manifestaciones para reclamar la mejora de las condiciones en las cuales trabajan, así como un aumento de sus salarios. Ahora, campesinos y ganaderos de Poniente prevén cortar la autovía A-2 a la altura de Fondarella, en el Pla d’Urgell, martes día 6 de febrero por la misma razón. Ante las carencias que ven en su salario, pero también las notables complicaciones que han ido sufriendo a lo largo de los años, han constituido la Plataforma 6-F para dar el pistoletazo de salida a un seguido de acciones de protesta para denunciar la situación que vive el sector.
Los aspectos que quieren tratar con esta protesta van desde los elevados costes de producción, los precios bajos, la burocracia o el precio del gasóleo. De este modo, quieren llamar la atención de las administraciones, especialmente de las europeas y sumarse también así a la oleada de protestas del sector agrícola que hace días que se esparce por Francia. La acción se hará con tractores y empezará a las siete de la mañana con la previsión de alargarse el máximo de horas posible.

Una decisión asamblearia
Campesinos y ganaderos se reunieron en asamblea precisamente en Fondarella el pasado martes por la noche para acordar estas acciones de protesta. El presidente de Asaja en Lleida, Pere Roqué, es uno de los que participó y ha explicado que «el sector ya no puede más y por eso ha decidido impulsar estas protestas». De hecho, no es solo el sector en Francia, sino que muchos países europeos también se están sumando a las protestas del sector. En concreto, se han visto manifestantes a Alemania, Bélgica, Italia, Rumanía o Polonia. La asamblea contó con la participación de unas 400 personas y había representantes otros sindicatos como Unión de Campesinos (UP) o JARC.