Las negociaciones para la reducción de la jornada laboral empezarán esta semana. En concreto, el 25 de enero se dará el pistoletazo de salida a la carrera para conseguir reducir hasta las 37,5 horas las horas que un trabajador hace en la semana. La tabla de diálogo, tal como ya anunció la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, empezará a trabajar para conseguir este objetivo de cara el 2025 y sin que implique ningún tipo de recorte salarial a los empleados del estado español. Esta decisión ha creado una gran diversidad de opiniones. Por un lado, los sindicatos han aplaudido la medida, mientras que algunas patronales -como por ejemplo la CEOE- se han mostrado reticentes al cambio. Ahora, pues, Díaz y su equipo de expertos se ponen en marcha para establecer las normas que llevarán en un acuerdo que tal como ella asegura «hace 40 años que está congelado».
La vicepresidenta ha subrayado en unas declaraciones recogidas por

Una decisión con opiniones muy diversas
El anuncio de la convocatoria de esta mesa ha estado muy recibido por los sindicatos y con cierto recelo por las organizaciones empresariales. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha mostrado «dispuesto a hablar» sobre el tema, pero «no para que venga una señora a imponernos su criterio porque es su hito y mesura estrella». De hecho, el mismo presidente de la CEOE ha considerado que la reducción de la jornada laboral es «otra subida implícita del salario mínimo interprofesional» y cree que «bloqueará la negociación colectiva» y «generar una incertidumbre tan importando» que la patronal ya está avisando a sus asociados que «tengan cuidado con el que se pacta».
Una opinión que se separa mucho de los sindicatos, que se han mostrado extremadamente favorables a este cambio. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha celebrado la apertura de la tabla de negociación para reducir la jornada laboral por ley, una cuestión «necesaria» que, a su juicio, tiene que abordarse «cuanto antes mejor». «Es el momento de abordar tanto la reducción de la jornada de trabajo como una mejor garantía en la distribución del tiempo de trabajo, que me parece que es un debate tan importante como el anterior», opinó Sordo hace unos días. Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ve positivo que el Gobierno se plantee reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, pero no oculta su deseo de «esta legislatura sea la de las 35 horas semanales». De hecho, la última vez que en España se produjo una reducción de la jornada máxima de trabajo fue en 1984 y recortar las horas de trabajo era una reclamación y una exigencia de las organizaciones sindicales.