El debate monográfico sobre el campesinado que empieza este martes ha provocado un choque entre el PSC y el Govern. Fuentes del grupo parlamentario socialista han lamentado que el ejecutivo de Pere Aragonès, con «connivencia con algunos grupos parlamentarios», ha dejado fuera del debat dos organizaciones sindicales «representativas del sector», como son Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).
Las mismas fuentes consideran «poco institucional» la manera de proceder del Govern, puesto que los socialistas consideran «positivo» que varias voces del sector se puedan expresar en el hemiciclo en el decurso de esta sesión monográfica, y, en este sentido, recuerdan que el monográfico se celebra en un contexto de «malestar» en el sector, que ha protagonizado protestas las últimas semanas. Por otro lado, fuentes del grupo parlamentario defienden que la mecánica ofrece otras opciones, como las comparecencias en comisión, que, segundos ellos, «permitirían un debate más estructurado y de fondo» de los y las representantes del campesinado.

Las organizaciones, en su punto de mira
Hay que recordar que las relaciones entre las diversas organizaciones del campo del país son un punto de debate dentro de la cuestión agraria catalana. En las últimas elecciones agrarias del país, celebradas en 2021 para definir las tablas de negociación del sector con agentes sociales y administraciones, Asaja y UPA –dos de las organizaciones representativas españolas reconocidas por Moncloa– fueron tercera y cuarta fuerza respectivamente, con menos de 1.000 votos entre ambas, una representatividad de poco más del 14%. Las dos entidades con más sufragios fueron la Unión de Campesinos, con más del 55% del censo, y la JARC –que forma parte de la COAG, la tercera OPA del Estado–, que frotó el 30% del apoyo. Desde la Unión se han mostrado a menudo críticos con la rendija que sufre el campo catalán en cuanto al eco a las administraciones, en cuanto que una carencia técnica a la ley española impide que Unión de Uniones –la confederación de la que forma parte la entidad mayoritaria en el país– esté presente en las conversaciones por el ministerio. Desde Cataluña, de hecho, se ha hecho notar la ausencia del que denominan un proceso de «democratización del campo» entre las propuestas presentadas por el ministro español de Agricultura, Luís Planas.
Juntos pone el foco en la burocracia
El pleno monográfico, que se celebrará este mismo martes por la tarde, es para Juntos –convocando de la sesión– una oportunidad para buscar caminos para «desburocratizar» el campo catalán. El partido de Jordi Turull reclama que las instituciones del país «traten el campesinado no desde la fiscalización, sino desde el acompañamiento», con una nueva ley catalana que facilite los trámites a los productores. Desde Juntos se han mostrado, en este sentido, críticos con el Gobierno, que, en sus ojos, «no ha sido capaz de definir uno modele que permita devolver al campesinado el prestigio que no tendría que haber perdido nunca». A raíz del pleno, así, Juntos espera que el Departamento de Agricultura, ganadería, pesca, alimentación y agenda rural sea «proactivo al servicio de los campesinos del país».