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CCOO exige acelerar la reducción de jornada: «La negociación no tiene más margen»

Los sindicatos aumentan la presión sobre los actores del diálogo social para implementar la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media. Comisiones Obreras de Cataluña ha iniciado este viernes una campaña de «concienciación» con un reparto de panfletos a favor de la reforma en varios puntos del país; especialmente en estaciones y paradas de transporte público concurridas en las horas punta de acceso al lugar de trabajo. Desde el punto informativo de la estación de Sants, el secretario general de la Comisión Obrera Nacional de Cataluña, Javier Pacheco, ha alertado a la patronal y al gobierno español de que «el tiempo de la negociación se está agotando«. «El plazo para ver la propuesta de modificación del Estatuto de los Trabajadores que reduzca la jornada máxima ya se ha agotado», advierte Pacheco; en especial referencia a la dura posición de la patronal española, la CEOE, contra la medida.

Ya antes del verano, el secretario general confederal de CCOO, Unai Sordo, aprovechó una visita a la sede catalana de la organización, en la Via Laietana, para anunciar movilizaciones y protestas en caso de que las conversaciones entre los actores no avanzaran a un ritmo satisfactorio durante el otoño. Ahora, con la patronal bloqueando los intercambios -y el ministerio de Trabajo y Economía Social dirigido por Yolanda Díaz cada vez más dispuesto a sacar adelante la reforma solo con el apoyo del mundo del trabajo-, Pacheco reclama acelerar los trámites parlamentarios para aplicar la reducción horaria. «Es necesario comenzar a ver la iniciativa en el Congreso, y saber cuál es el rol de cada partido», razona el secretario general catalán; advirtiendo a las organizaciones políticas que «no se equivoquen» con su voto, dado el amplio apoyo social que el dirigente sindical otorga a la iniciativa.

Yolanda Díaz en la sede de CCOO en Barcelona / ACN

La CEOE, cerrada en banda

Ya desde finales de septiembre, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales ha ratificado su ‘no’ rotundo a la reducción de la jornada laboral. Una postura que, a juicio de los sindicatos, debería ser suficiente para impulsar la reforma en el Congreso de los Diputados sin la aquiescencia empresarial. El gobierno, por su parte, continúa esperando a los patronos, y lleva semanas modulando su posición para atraer a Garamendi. Sin ir más lejos, esta misma semana el ministerio que dirige Díaz ha ofrecido ayudas directas a las empresas más potencialmente afectadas por la reorganización horaria. Esta es, sin embargo, la «última oferta» que el departamento hará a los empresarios: en caso de que no fructifique, advertía la misma vicepresidenta segunda del ejecutivo español, Moncloa tirará por derecho y buscará directamente el voto favorable de los partidos.

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