La campesinado catalán mantiene su presión sobre las arterias del tráfico del país. Después de movilizaciones el pasado martes a los nodos logísticos y de transporte de la alimentación en Cataluña -en la frontera con Francia en la Jonquera, en el Puerto de Tarragona y en Mercabarna– los campesinos mantienen paradas a varios puntos de las carreteras ampurdanesas. Según ha confirmado lo Servei Català de Trànsit en su cuenta de X -antiguo Twitter-, los tractores de los manifestantes mantienen cortes la AP-7 a Pontós (Alt Empordà), con afectaciones especialmente significativas por el camino de Figueres. También se ve afectado el tráfico a la N-II a Bàscara (Alt Empordà), así como a la C-38 a la altura de Molló, en el Ripollès. A la N-152 a Puigcerdá (La Cerdaña), los campesinos movilizados cierran hasta las 10 de la mañana el paso de camiones hacia Francia; así como en la Jonquera, donde los cortes a la AP-7 generan retenciones de dos kilómetros en la frontera.
Más allá de las paradas a Girona, continuidad de las registradas el pasado martes que acumularon buena parte del sector agrario de la demarcación en la salida del país, durante la jornada de hoy se esperan afectaciones a carreteras tanto barcelonesas como leridanas. Según ha afirmado Tráfico en sus redes, se prevén movilizaciones campesinas a varias vías del Segrià, especialmente al A-2 y la AP-2, entre Lleida y Soses y Almacelles. El servicio alerta también de cortes a la C-12 en el municipio del Segrià de Maials. En el Vallès, a lo largo de la C-59, se concentrarán campesinos barceloneses durante el día para continuar presionando por las reclamaciones del campo vehiculadas a la plataforma Revolta Pagesa.

La logística, en el punto de mira
Las movilizaciones campesinas del último martes, que continúan con vida este miércoles, han puesto el foco en una de las principales reclamaciones del campo desde el inicio de las movilizaciones: el dumping de precios de los exportadores alimentarios internacionales. La carencia de condiciones de salud y ambientales en países como Marruecos o los mercados de la América Latina en comparación de las europeas. El coordinador territorial de Unión de Campesinos en el Camp de Tarragona, Pere Guinovart, llegaba a declarar el pasado martes que «el puerto de Tarragona es el principal enemigo» del campesinado, por el aterrizaje de productos extranjeros más baratos y con menos regulaciones al país. Similares eran las valoraciones de los campesinos movilizados en Mercabarna, que declaraban a