Los campesinos gerundenses abren, mediante Unión de Campesinos, un cauce de comunicación con el gobierno español para levantar el bloqueo de la AP-7. El sindicato, mayoritario en el campo catalán, reclama al ministerio de Agricultura una «reunión al más alto nivel» con Luis Planas como «gesto» hacia las movilizaciones en el país. Según ha confirmado el portavoz de la organización, Narciso Poch, la retirada de la concentración –en caso de producirse– llegará después de comer. Las barricadas, pues, se mantendrán a la autopista como mínimo hasta la tarde de este martes.
La Unión de campesinos, en este sentido, exige al ministerio de Agricultura «compromisos» para restablecer la normalidad a las vías de circulación a los voltios de Pontós (Alt Empordà). «Dependiendo que salga, si los resultados son positivos, quizás haremos un gesto de buena voluntad» con la retirada de los tractores de la AP-7. Los campesinos concentrados ya han avisado durante la mañana que no celebrarían ninguna asamblea para disolver la movilización sin estas concesiones ministeriales. Reconocen, pero, que no se espera ningún adelanto hasta, como mínimo, el mediodía.

Segunda vía negociadora
La comunicación de Unión de Campesinos con el ministerio es solo una de las dos conversaciones que el movimiento mantiene con las autoridades coincidiendo con las paradas a las principales vías de transporte del país. Por parte de la plataforma convocante de las movilizaciones de la última semana, Revuelta Campesina, se han confirmado discusiones con la Generalitat en el marco de una reunión a Vic. El objetivo, aseguran, es avanzar «más en firme» en las medidas que el Gobierno tendrá que tomar para facilitar la precaria situación del campesinado del país. Entre otras cuestiones, el ejecutivo catalán se comprometió a mejorar las ayudas contra la sequía y a reducir sustancialmente los trámites burocráticos que los campesinos tienen que llevar a cabo.
Tarragona ya se levanta
Al contrario de los campesinos gerundenses, que han puesto reivindicaciones sobre la mesa para levantar sus paradas a las vías ampurdanesas, los campesinos de Tarragona ya han abandonado las movilizaciones comenzadas ayer. Después de una asamblea celebrada a media mañana, los campesinos concentrados al Puerto de Tarragona –uno de los centros logísticos más importantes en la importación de alimentos al país– los tractores se han ido retirando, después de una noche «cansada y con mucho de frío», según el responsable nacional de los frutos secos de Unión de Campesinos Sergi Martin.
Así, los manifestantes han cumplido con las previsiones de parar la circulación durante un día entero, sin ninguna prórroga por objetivos negociadores. Justo es decir que la movilización en las comarcas del sur ha estado de las más efectivas en cuanto a parar la actividad económica de la zona: según los organizadores, el bloqueo de las entradas del Puerto consiguió reducir durante el pasado lunes un 83% el tráfico de camiones de producto por la infraestructura.