Los campesinos han vuelto a las calles. Después del debate de ayer martes en el Parlamento de Cataluña, la primera vez que en 10 años la cuestión se volvía a poner sobre la mesa, los trabajadores del campo no salieron del todo contentos con las decisiones que se tomaron o el enfoque que se le dio a la situación. Es por eso, que esta mañana han querido volver a cortar carreteras otra vez para pedir que se los tenga en cuenta y que el cambio del modelo agrario tiene que ser eficaz. La protesta convocada por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha cortado la AP-7 entre L’Ampolla y L’Aldea (Tarragona).
Según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), el corte realizado afecta unos 10 kilómetros y se están desviando vehículos en sentido sur por la salida 39A y en sentido norte por las salidas 40 y 41. En este sentido, los campesinos han conseguido colapsar la carretera alrededor de las 9.40 de la mañana. Según ha explicado la asociación, los agricultores protestan porque, a su juicio, la Generalitat «no ha atendido las demandas del sector» en cuanto a la reducción de la burocracia y los pagos pendientes de las ayudas que contempla la Política Agraria Común (PEC), han informado fuentes del sindicato.

Menos burocracia y más proximidad
La lucha de los campesinos y la razón de las últimas movilizaciones ha sido la necesidad de mejorar el modelo actual, que estrangula los pequeños productores y los deja prácticamente sin margen para poder continuar haciendo su trabajo. A pesar de que por primera vez los campesinos pudieron decir la suya en el Parlamento, la sensación fue agridulce. De hecho, la misma Asaja ha asegurado que se ha dado un paso, pero que no se están teniendo en cuenta todas las demandas que tienen los trabajadores del campo, que se ven abocados a la miseria.