Centenares de campesinos procedentes de varios lugares de España han vuelto a Madrid este domingo para presionar el gobierno de Pedro Sánchez. Después de semanas de manifestaciones y cortes a las carreteras, los agricultores han conseguido que los ejecutivos, tanto el catalán como el español, escuchen las reclamaciones del sector y mejoren, ligeramente, las condiciones con las cuales trabajan. Para los campesinos, pero, estas pequeñas victorias no son suficientes. Consideran que las imposiciones medioambientales por parte de la normativa europea son contraproducentes por el campo: «Venimos de un pueblecito de Guadalajara para reivindicar que nos dejen continuar trabajando, que toda la normativa verde que viene desde Europa está muy bien, pero que las explotaciones tienen que ser rentables primero rentables y después verdes», ha asegurado en Marco Valdominos, uno de los agricultores que se ha manifestado en el centro de la capital española con su tractor.
Una idea muy similar a la que ha expresado el coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, Luis Cortés, que cree que es esencial tener «una política medioambiental», pero que hay que elaborarla desde cero, «sin incluirla dentro de la política agraria (PEC)». Cortés ha reclamado «igualdad en el trato» en cuanto a las condiciones con las cuales trabajan, tanto para los productores nacionales como los extranjeros que lleven sus explotaciones en España y ha denunciado que la PAC no los hace competitivos: «¿Queremos un tratado con Mercosur? Sí. ¿En qué condiciones? En las mismas que se me imponen a mí. Si yo no puedo pinchar una vaca con

Menos participación de la esperada
Desde la organización preveían una gran participación, con la presencia de más de 10.000 campesinos y 1.500 tractores. Ahora bien, a pesar de que aseguran que la jornada de este domingo ha sido un éxito, la delegación del gobierno español ha cifrado en 450 personas y 78 tractores el número de concentrados.