MónEconomia
Las ‘TelCo’ denuncian el lastre de Bruselas: «Basta de hablar y más acciones»

El sector de las telecomunicaciones en el mundo está viviendo uno de los cambios más notorios de su historia. Grandes compañías que hace años que trabajan para mejorar la conectividad empiezan a ver como las maneras de comunicarse -con la llegada de la tecnología- van más allá del que se esperaban. Los Estados Unidos y China invierten día detrás día en la investigación de la tecnología del futuro, mientras Europa -el que un día fue el territorio más innovador- se quedan atrás por culpa de las regulaciones. Las grandes compañías de telecomunicaciones critican la poca intervención de los gobiernos de los 27 estados de la Unión Europea, que antes de facilitar el acceso a inversión, ponen trabas a las empresas. Paralelamente, Europa se preocupa por la competitividad del sector, un parámetro que las TelCo aseguran «está cubierto», porque «no se trata de tener muchos jugadores en el mercado sino de gastar más en innovación», tal como destaca Tim Höttges, CEO de Deutsche Telekom. Mientras la Comisión Europea aboga para mantener una gran cantidad de empresas al mercado, las grandes compañías piden colaboración y ponen sobre la mesa la necesidad de hacer realidad todas las promesas que la organización le ha hecho al sector: «Basta de hablar y más acciones», remacha José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.

Europa es una de las regiones con más empresas de telecomunicaciones del planeta. Lejos de ser una buena noticia, las grandes compañías del continente constatan que esta diversificación de recursos los juega un mal pase en la hora de invertir a mejorar la conectividad. De hecho, los dos jugadores más potentes del mercado -los Estados Unidos y China- tienen ocho y cuatro operadores respectivamente. En otras palabras, en la Unión Europea sobran empresas de telecomunicaciones. La situación empeora con los años, puesto que la tecnología avanza, pero los recursos europeos son limitados, esto y las constantes contradicciones con las regulaciones de los 27 países aprietan las empresas de telecomunicaciones hasta el punto que en los últimos 15 años, la inversión se ha desacelerado de manera gradual. «Hemos invertido un 124% más en telecomunicaciones que en 2004″, dice el CEO de Deutsche Telekom, que a pesar de que no es un porcentaje bajo, en comparación en otros sectores como la tecnología (863%) o los medios (397%), «estamos muy por debajo», lamenta Höttges.

El problema principal que proponen las grandes compañías es la cantidad de empresas que hay en el sector. En este contexto, las personas tienen muchas posibilidades de líneas donde comprar los servicios. Según Margherita Della Vella, CEO de Vodafone, el mercado no está pensado para mantener tantas empresas y por eso la inversión es limitada. En este sentido, la experta lo compara con la competencia en infraestructuras. «Pensamos que el sector de las telecomunicaciones es como el de las ventas, pero este segundo puede mantener unas cuarenta marcas haciendo el mismo», explica la CEO de Vodafone que añade que «si tuviéramos unas cuarenta carreteras paralelas, nos parecería una pérdida de dinero». De hecho, como más competencia, menos oportunidades de inversión y más fragmentación del mercado.

Por otro lado, muchas empresas también significa una gran cantidad de clientes dispersos, el que provoca una competencia de precios más elevada. Actualmente, el ARPU europeo -el índice que mesura la capacidad adquisitiva de los clientes- es muy bajo. «Mientras lo de los Estados Unidos crece, el nuestro se mantiene en los 15 euros», dice Höttges. El ARPU define la línea en la cual las empresas tienen que marcar su precio mediano, puesto que si no pueden llegar a perder clientes, y por tanto hay poco margen de maniobra en un sector dónde a Europa premia el low-cost. La cuestión de la competencia, pero, va muy ligada con la necesidad de la Comisión Europea de mantener el equilibrio de precios. Históricamente, la reducción de mercado llevaba a una alza desmesurada de precios, el que provocaba cierta inseguridad. Sin embargo, las grandes empresas de telecomunicaciones reiteran que a estas alturas no habría este problema y ponen el ejemplo estadounidense, que ha reducido en gran parte su mercado de las telecomunicaciones y los precios se han estabilizado en pocos meses. «No se trata de tener más empresas para mantener la competencia, se trata de aglutinar más compañías para poder atraer inversores«, explica Álvarez-Pallete.

Imagen de un stand a la edición del 2024 del MWC / EP
Imagen de un stand a la edición del 2024 del MWC / EP

La inversión cae, se dispersa y va a los Estados Unidos

La carencia de inversión es otro de los grandes conflictos que tiene el sector. No solo nos encontramos en una época en que la inversión europea ha ido cayendo, solo hay que ver la reducción que se puede percibir en las empresas emergentes, que cada vez tienen que sobrevivir más del crecimiento orgánico. En el mundo de las telecomunicaciones pasa el mismo, hay pocos inversores y necesitan una red robusta y colaborativa que, por ahora, no acaba de cuajar a Europa. Si bien es cierto que algunas compañías se han juntado para crear nuevas herramientas de conectividad, todavía es un porcentaje muy residual si se compara con la gran cantidad de compañías que operan en la Unión Europea. Poniendo de ejemplo Open Gateway, una iniciativa del sector TelCo liderada por la GSMA que transforma las redes de telecomunicaciones en plataformas developer-ready, abriendo todo el poder de la red. A pesar de que Telefónica y otras empresas de telecomunicaciones participan, todavía es un proyecto con poca inversión exterior.

Al otro lado del océano, los Estados Unidos juegan en otra división, donde las inversiones en telecomunicaciones son siete veces más altas. «En los EE. UU. invierten 240,3 euros anuales por persona en telecomunicaciones, en cambio, a Europa solo 109,1 euros«, confirma el CEO de Deutsche Telekom. Una situación que todavía pose más entre la espada y la pared las compañías de la Unión Europea que buscan en la desesperada el capital necesario para hacer inversiones. «Somos la última esperanza de Europa en la tecnología, pero tenemos un gran agujero de inversión», describe el presidente de Telefónica, que asegura que son «buenos innovando» y que la Unión Europea tiene que creer que «cuando hacen cosas juntos salen muy bien». Mientras Europa -fragmentada- continúa luchando, por una parte, pequeña de la inversión, «los Estados Unidos se está llevando un gran trozo del pastel», lamenta Höttges.

La Comisión Europea, el talón de Aquiles de las telecomunicaciones

Las TelCo europeas coinciden al atacar la Unión Europea por no haber relajado y cambiado sus políticas hacia su sector. A estas alturas, todavía se mantienen ciertas normativas para fomentar la competencia que según Álvarez-Pallete «están obsoletas». Una de ellas podría haber causado la pausa de más de un año de la fusión entre Orange y MásMóvil. Una situación que algunas fuentes del sector han tildado de «incoherente» y que la misma Christel Heydemann, CEO de Orange, critica: «Más de una fusión es el que necesita este sector». En este sentido, también han criticado la necesidad de pactar la cesión de frecuencias para que haya nuevos actores en el mercado, puesto que las mismas empresas de telecomunicaciones argumentan que «si no lo utilizamos nosotros, nos obligan a cederlo porque lo haga otro», dice Höttges.

Aun así, la competencia no es la única regulación que las TelCo no ven en buenos ojos. Sin duda, la más criticada es la potestad de los gobiernos de tener en propiedad el espectro radiofónico, que se podría definir como las carreteras por donde viajo la tecnología. Para las empresas, no saber hasta cuando podrán utilizar las frecuencias y tener que competir cada año para renovarlas es «una pérdida de tiempo», tal como lo describe la CEO de Vodafone, quien reconoce que «no se puede planificar a largo plazo si no sabes si tendrás tus líneas». Una situación que no se replica en los Estados Unidos, donde los directivos han afirmado que las empresas son propietarios del espectro. Con todo, pues, las empresas de telecomunicaciones han reiterado la necesidad de cambiar las regulaciones europeas y modificarlas para hacer más efectiva la colaboración y fusión entre compañías, porque tal como expresa Álvarez-Pallete: «Es hora que todo esto que hemos escuchado desde Europa se haga realidad».

Més notícies
Notícia: El MWC muestra la evolución tecnológica mundial a través de Barcelona
Comparteix
En este estand se puede hacer un viaje por las revoluciones industriales de los últimos siglos a través de cuatro sectores claves para Barcelona
Notícia: La conjura de las telecomunicaciones para explorar la IA: «Somos influencers»
Comparteix
Las grandes multinacionales del mundo de la conectividad establecen un desarrollo común para integrar la inteligencia artificial
Notícia: El horizonte científico de Google: «Veremos medicamentos diseñados por IA»
Comparteix
El CEO y fundador de Google DeepMind Demis Hassabis ve en el futuro una verdadera "revolución" en campos como la farmacia, las matemáticas o los nuevos materiales
Notícia: La economía digital ya representa el 13% del PIB catalán
Comparteix
El sector está conformado por más de 23.000 empresas y da trabajo además de 185.000 personas a todo el país

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa