El mercado de las criptomonedas vive un nuevo escenario hacia su solidificación en el estado español. Tras la entrada en vigor de la ley MiCA el pasado 31 de diciembre, que regula los criptoactivos en la Unión Europea, los agentes bancarios ven un entorno más adecuado y definido para poder adentrarse en el mundo crypto. Este ha sido el último movimiento del BBVA, que desde este lunes cuenta con el visto bueno de la CNMV para prestar servicios de custodia y ejecución de órdenes de compraventa de criptoactivos en el estado. A la estela de los vascos, el sector espera que otros grandes bancos tradicionales sigan estos pasos. Según informa la entidad, a través de su aplicación los particulares podrán comprar o vender Bitcoin y Ether -la moneda de la blockchain Ethereum- siguiendo los pasos de la experiencia que ha tenido en Suiza y Turquía en los últimos años.
Con la nueva regulación para este nuevo medio de intercambio digital, las entidades bancarias tradicionales ven la oportunidad de participar en este entorno, que disfruta de más seguridad bajo el paraguas de la Comisión Europea. “Ahora que existe esta regulación es el momento de que los principales bancos se acerquen a las criptomonedas,” apunta Albert Salvany, consultor especializado en blockchain y Web3. Más concretamente, la ley establece normas claras para la emisión de tokens no financieros y las diversas operaciones con estos; desde intercambios a pagos o transferencias. En cambio, los NFTs y las finanzas descentralizadas no están incluidas en esta regulación.
Impulsar las criptomonedas con garantías
Desde el punto de vista de Salvany, este marco normativo y el factor de que los bancos tradicionales se unan al mercado crypto hará que el público general se interese más por este mercado. “Siempre se había visto desde una óptica muy arriesgada, pero ahora la visión de la gran mayoría de gente cambiará cuando desde un banco se anime a los clientes a invertir en este mercado”, asegura. Y añade: «no es una cuestión de si los activos son buenos o malos, sino de tener un entorno regulador para dar garantías a un cliente”. En esta línea, el CEO del exchange catalán CommonSense, Edu Forte, apunta que “es una cuestión de reputación” de los bancos tradicionales. “La gente confía más en BBVA que en un neobanco”, añade Forte.

Una de las otras oportunidades que se presentan para los bancos tradicionales son las stablecoins. Se trata de monedas vinculadas a un valor externo, que generalmente tiene como referencia el dólar. Según Forte, ahora hay una opción de que desde los bancos europeos se siga en esta línea con los euros, que están “huérfanos” de esta opción. “Ofrecer stablecoins es el negocio que más les interesa a los bancos, y donde más sentido tiene su papel”, añade Forte.
Acercando las monedas digitales a nuevos clientes
Más allá de la oferta concreta, los expertos detectan en la banca la intención de atraer consumidores tradicionales al mercado blockchain. “Los bancos digitales tienen más presencia en segmentos de la población más joven, que no forman parte del target de bancos como BBVA”, explica Salvany. “Es importante ver cómo se ofrece este activo en los bancos, pero también saber qué tipo de cliente invierte en él”, añade Edu Forte, quien apunta que hay que tener el ojo puesto en la estrategia que presenta BBVA y los otros bancos que lo sigan. Además, el CEO de CommonSense considera positivo que desde bancos tradicionales se ofrezcan estos nuevos activos de la misma manera que lo hacen con servicios tradicionales. “Están dejando a los bancos seguir haciendo sus negocios”, puntualiza.
La seguridad para los inversores que acompaña la normativa MiCA también impondrá, según lamentan los expertos, una nueva serie de costos que pesan sobre una industria aún joven. En este sentido, Salvany observa especial potencial de crecimiento dentro de segmentos de consumo ya digitalizados, en tanto que tienen más facilidad para aplicar la normativa y gestionar los nuevos flujos de inversión en criptomonedas.
Las nuevas reservas federales de bitcoin de EE.UU.
La regulación europea de criptomonedas va, como buena parte del sector, a la zaga de los avances que ya han implementado los Estados Unidos. La banca comunitaria accede por primera vez al mercado mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, anuncia la creación de una reserva estratégica de Bitcoin, ampliable al resto de activos del sector. Esta noticia ha hecho que el mercado reaccione a la baja: el bitcoin sufrió una caída de hasta el 6% cuando se firmó la orden ejecutiva en el Despacho Oval. Aunque pocos días después de la elección de Donald Trump para regresar a la Casa Blanca el valor del bitcoin batió récords llegando a los 100.000 dólares, en los últimos días el mercado no ha reaccionado de manera tan positiva después de las últimas decisiones del presidente estadounidense.

Esta caída en valor ha sido causada por la decepción que muchos inversores se han llevado con los detalles del proyecto de Trump. Y es que las reservas federales se crearán a partir de aquellas cryptos que ya han sido confiscadas por el gobierno de EE.UU. Estas reservas se limitarían inicialmente a unos 200.000 bitcoins, y se duda de la obtención de más criptomonedas a través de la compra, ya que “cualquier adquisición adicional de bitcoin debe ser neutral en términos presupuestarios y no puede suponer un costo adicional para los contribuyentes”, según especifica la orden ejecutiva.
A pesar de esta bajada que se ha visto en el bitcoin, Edu Forte puntualiza que “los últimos movimientos a corto plazo no reflejan completamente el futuro”, ya que la desconfianza en las medidas de Trump no se ha limitado al mundo crypto. Todos los sectores de los Estados Unidos la han sufrido, especialmente los de alta carga tecnológica. Las big tech, de hecho, han provocado una bajada en todas las bolsas del país estadounidense.
Según Forte, que un país pase a tener una reserva de criptomonedas “tiene sentido”. “Este movimiento por parte de los EE.UU. es coherente, de la misma manera que tiene sentido que un país tenga oro u obras de arte en sus reservas”, puntualiza. Aunque las últimas noticias no hayan “disparado” el valor de las crypto como se esperaba, no significa que en un futuro esta situación no se dé, explica. “He visto declarar muerto al bitcoin 300 veces, y aquí seguimos hablando del tema”, comenta Edu Forte, asegurando que la volatilidad de esta criptomoneda no representa su futuro a largo plazo, que “siempre acaba recuperándose”.