Las telecomunicaciones del futuro serán colaborativas. Esta ha sido la frase que ha dado el pistoletazo de salida a la nueva edición del Mobile World Congress (MWC). Marts Granryd, director general de la GSMA, ha inaugurado el acontecimiento hablando de las telecomunicaciones globales y como el sector quiere liderar el nuevo mundo digital. «5.600 millones de personas están conectadas, el que es el 95% del mundo», ha explicado el director general de la empresa que organiza el MWC. Aun así, la voluntad de construir un mundo conectado carga con grandes adversidades a superar y, a pesar de que la mayoría de grandes empresas de las telecomunicaciones mundiales están de acuerdo, todavía hay ciertas reticencias ante la rapidez de acción que se necesita para conseguir los objetivos marcados para los próximos años.
El MWC ha estrenado una nueva temporada poniendo el 5G y la inteligencia artificial en el centro de la cuestión y alejándose de la telefonía móvil. Sin embargo, la GSMA continúa siendo la patronal de telecomunicaciones más grande del mundo, lo que ha provocado que la primera charla haya priorizado las comunicaciones entre personas. En este sentido, los altos directivos de diferentes empresas de telecomunicaciones se ha apoderado del escenario para explicar la nueva visión de la conectividad, que implica más colaboración, más digitalización y nuevas regulaciones que permitan trabajar con tecnologías cada vez más potentes. «Necesitamos leyes que nos dejen colaborar; Europa necesita inversión y los inversores necesitan ver que hay un objetivo», ha dicho Margherita Della Valle, CEO de Vodafone. De este modo, la tecnología y las empresas avanzan de la mano, mientras que las normativas todavía no han cogido el ritmo.
Una de las principales cuestiones que se ha tratado relacionada con las regulaciones actuales es la competencia del mercado. No es ningún secreto que hoy en día no hay una gran cantidad de operadores que gestionen las telecomunicaciones, sino que más bien la tendencia es de fusionarse en grandes grupos -como ha pasado en la reciente fusión de Orange y MásMóvil, aprobada por la Comisión Europea-. El presidente de Telefónica y de la GSMA, José María Álvarez-Pallete, ha abogado por una «alianza global» en el sector de las telecomunicaciones para conseguir una cadena de valor «sostenible y beneficiosa» para todos los actores del sistema y ha rechazado los «posicionamientos abusivos», al mismo tiempo que ha recalcado su apuesta por un nuevo marco normativo y el «uso responsable de los recursos compartidos».
Sostenibilidad más allá de la tecnología
«Es el momento de una alianza global y de una gobernanza justa para conseguir una cadena de valor sostenible y beneficiosa para todos», ha asegurado el alto directivo de la compañía quien además ha destacado la importancia del acontecimiento y su ubicación: «No hay mejor lugar que Barcelona para hacer este congreso». Aun así, pero, la alianza no solo va ligada a las telecomunicaciones sino que también busca ser un punto de encuentro por la mejora del futuro en otros conceptos. Por ejemplo, la CEO de Vodafone ha hablado de la sostenibilidad y como una colaboración tiene que invertir no solo en nuevas tecnologías sino con aquellas herramientas que ayuden a formar un mundo «más respetuoso con las personas y el medio ambiente». Según los datos que ha presentado la GSMA, se calcula que el 2023, la tecnología compartida de telecomunicaciones podría contribuir en miles de millones a la economía global, una situación, pues, que tiene que marcar unos precedentes por la «cura de sectores tan importantes como la sostenibilidad», ha añadido Granryd.

Datos y ordenadores: los puntos débiles del nuevo mundo conectado
Las ventajas de un mundo interconectado con las telecomunicaciones en el centro son muy significativos. En su intervención, el presidente de China Mobile, Jie Yang ha declarado que en la visión de futuro de su empresa, la más grande del país, «los robots, la inteligencia artificial y el mundo virtual» son los grandes conceptos que mejorarán la vida de las personas. En este sentido, la tecnología aplicada en estos tres conceptos podrá ayudar no solo a hacer más efectivas las comunicaciones entre personas sino también emprendidas. Es por eso que Yang lo ha puesto en el centro, puesto que considera que «son la prioridad de este futuro tecnológico». Además, ha hecho una mención de honor a la inteligencia artificial para constatar que «la tecnología que avanza a diferentes niveles y la IA lo ayudará a penetrar en diferentes industrias.
Por otro lado, pero, Yang también ha puesto sobre la mesa las inconvenientes que le ve a esta nueva era y como el ritmo de adaptación será clave por el éxito de una nueva era digital conectada y segura. En primer lugar, el presidente de China Mobile ha asegurado que el servicio de datos y las regulaciones de compartirlas son diferentes en los diversos países más relevantes. Esta cuestión podría ser un problema en la hora de compartir datos de manera transoceánica. La capacidad de los ordenadores también es un problema para Yang, puesto que no todos los países tienen la misma tecnología o facilitado de acceso a grandes ordenadores que puedan hacer el trabajo. Con todo, pero, las grandes compañías de telecomunicaciones se han mostrado como un frente común, con reticencias, pero también ganas de intentar crear esta nueva era: «Es el momento de la colaboración, no del posicionamiento abusivo. Es hora de hacer un uso responsable de los recursos compartidos. Es hora de un nuevo panorama normativo. Necesitamos una regulación del siglo XXI. Es hora de decir adiós a los viejos modelos reguladores», ha concluido Álvarez-Pallete.